Un espigón peligroso y contaminación en el Limay

La defensa es de escombros y riegosos hierros.

NEUQUEN (AN).- No alcanza la cinta roja y blanca para alertar a los bañistas sobre los peligros que entraña la defensa del balneario Río Grande.

Todos los días hay heridos pese a la vigilancia de los guardavidas, porque desde el agua no se ve y es habitual que los nadadores choquen violentamente contra el muro.

Cuando el río está alto tampoco se visualiza la defensa fácilmente desde la superficie.

La peligrosidad aumenta porque este muro, de aproximadamente cuatro metros de largo, fue construido con restos del contrapiso de la antigua terminal de colectivos: escombros de cemento con alambres retorcidos y hierros en punta.

Los bañistas que logran eludir el control de los guardavidas se tiran al río desde el espigón «sin pensar a que se exponen a cortaduras, contusiones, accidentes. Es sumamente peligroso, pueden arriesgar sus vidas», observó Jorge Pacheco, guardavidas y dirigente del sindicato que los agrupa.

Para los guardavidas se ha vuelto habitual practicar los primeros auxilios porque «los bordes de los escombros son cortantes y los alambres de construcción, así como los hierros están corroídos y oxidados».

Sobre la calle Democracia, que corre paralela al Limay y se interna en el balneario, casi en la intersección con la calle Río Negro, se encuentra la defensa proyectada por la municipalidad para ganar terreno al río.

Pacheco advirtió que Río Grande no es el único balneario con problemas «graves».

Mencionó que en el Municipal ingresan aguas contaminadas del arroyo Durán y denunció que «nadie se hace responsable».

 

«Arte de magia»

«Pareciera que por arte de magia se abre la compuerta del canal al río. Ingresa agua podrida y contaminada por las cloacas del barrio Villa María y desechos industriales, además pañales, plásticos, cajas, y a veces animales muertos».

«En el balneario Municipal hay 15 guardavidas y 5.000 bañistas… denunciamos esta situación a las autoridades municipales, y según el subsecretario (de Gestión Ambiental) Carlos Roca, el municipio necesita una habilitación especial para abrir la compuerta. Sin embargo, no pasa semana sin que este hecho se repita», agregó.

Pacheco dijo que los guardavidas son la caja de resonancia de las quejas y de los reclamos de los bañistas, al tiempo que observó que «la compuerta se puede abrir únicamente ingresando por agua o por la residencia oficial del gobernador Jorge Sobisch», que está ubicada a unos 150 metros del lugar.

La temporada concluirá en un mes y medio, período en que -según Pacheco- persistirán los riesgos.

 

Piden colaboración

Solicitó la colaboración de los bañistas, a quienes les pidió que acaten las normas de seguridad, sobre todo porque «puede que adoptemos medidas de fuerza sorpresivas» debido a que el gobierno municipal no les reajusta las liquidaciones salariales en el marco de la ordenanza 9.681 que regula la actividad.

En lo que va de la temporada, los guardavidas realizaron casi 300 rescates.


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