Un festejo que valió mucho más que dos

Este Vélez campeón anoche rindió su primer examen internacional serio. Fue al mítico Mineirao y demostró que el escenario no lo achicó. Perdió 2-1, pero sentenció la eliminatoria en el primer tiempo con el valioso gol de Castromán. Pasó de ronda y sigue con vida en la Copa y prendido en el campeonato. Todo un logro teniendo en cuenta las numerosas bajas que sufrió en los últimos meses.

Como si no le importase que el escenario fuese el siempre esquivo para los argentinos Mineirao, Vélez salió a defenderse con la pelota. Así sobrellevó bien los primeros minutos, pese a que a los 14, Maurinho llegó al fondo por la derecha y mandó el centro pasado que conectó Diego. Cruzeiro estaba en ventaja.

Sin embargo, Vélez siguió en la misma. Continuó haciendo control del balón, aunque cuando los locales atacaban generaban peligro. Así, Wagner estrelló un remate en el palo y Sessa cortó un centro de Adriano que tenía destino de gol.

La venía zafando, ahora con lo justo Vélez, cuando Bustamante se proyectó y metió un gran pase para Gracián, quien mano a mano no pudo definir, pero el rebote le quedó a Castromán, que no perdonó. Con ese gol, Vélez obligaba a Cruzeiro a meter tres más porque el tanto de visitante vale doble.

Por ello, la segunda parte, por momentos, fue casi una práctica. Vélez no se regaló y Cruzeiro iba sin ánimo. Entonces, entraron en juego las tarjetas, Torres echó por doble amarilla a Broggi y Russo sacó a Enría para completar la defensa. A los 26, Kelly peinó un córner que Diego, nuevamente, mandó a guardar en el segundo palo.

Ya todo fue de los locales, pero la impotencia por convertir los llevó a sufrir las expulsiones de Diego y Kelly, sus dos mejores hombres. En Vélez se fue Pellerano y nueve contra nueve se fue consumiendo el encuentro con Vélez clasificado. Ahora, a esperar por Nacional de Medellín o América de Cali en cuartos.