Un grupo de jóvenes se enfrentó con policías con palos y piedras
ROCA (AR).- Un grupo de jóvenes arrojó palos y piedras contra personal policial de la comisaría 31 de esta ciudad, para evitar que uno de ellos fuera detenido a pedido de su propia madre. Como saldo quedó un patrullero dañado de un piedrazo, sin que se registraran lesionados ni detenidos.
Sin embargo, y hasta que el grupo decidió calmarse e irse cada uno de los integrantes para su domicilio, se vivieron momentos de tensión, ya que el grupo había tomado una postura desafiante frente a los uniformados y ante aquellos automovilistas que intentaron sin éxito pasar por una de las calles de las 250 Viviendas de esta ciudad.
Todo comenzó alrededor de las 7 de ayer, cuando una mujer que vive en la calle Epifanio llegó a la comisaría 31 en busca de auxilio. Según le comentó a los uniformados, su hijo había llegado alcoholizado al domicilio y había empezado de destrozar distintas cosas de la vivienda. La mujer señaló también que el joven, de 17 años, había estado desde la tarde tomando bebidas alcohólicas en una casa cercana, junto a otros diez muchachos.
Al lugar concurrió un patrullero, pero el muchacho en cuestión alcanzó a escapar. Sin embargo, y cuando aún estaba a una distancia prudencial, arrojó una piedra que dio de lleno en el móvil policial.
Ante esta actitud, el patrullero volvió a la unidad policial y se decidió enviar a policías de a pie para tratar de calmar al joven. Cuando los policías llegaron, el muchacho estaba nuevamente con sus compañeros de copas y superaban en número a los policías. El grupo reaccionó con violencia, poniendo en fuga a los agentes mientras les arrojaban piedras.
Luego el grupo tomó una actitud desafiante y llegó
hasta la esquina de la comisaría 31. Allí, según se informó, se mantuvieron por espacio de varios minutos con piedras y palos en sus manos. En un momento se temió que quisieran emprenderla contra la unidad policial, pero luego se alejaron.
De todos modos, los problemas no terminaron allí. En un momento se pusieron en el medio de la calle, sin dejar circular a ningún vehículo. Al llegar la policía, esta vez los jóvenes buscaron refugio en una casa, donde finalmente se calmaron. La calma volvió cerca de las 8.45, aunque no hubo detenidos.
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