Un hecho anunciado
BUENOS AIRES (ABA) – La dimisión de Angel Rozas a la conducción de la UCR ya era un hecho a partir de la decisión del Tribunal Nacional Electoral de rechazar la posibilidad de nuevas elecciones internas en el Chaco, la provincia que gobierna.
El escándalo político derivado de las acusaciones cruzadas de fraude en la disputa por la candidatura presidencial de la UCR entre Rodolfo Terragno y Leopoldo Moreau, había llevado a este último a recurrir a la justicia para pedir que se repita la contienda en las provincias de Formosa, San Juan y Chaco. Pero el Tribunal sólo aceptó el planteo para la primera de esas jurisdicciones.
La diferencia a favor de Terragno según el contéo que se convalidó es de 13.000 sufragios por lo que se descuenta su triunfo (según lo admiten en privado los principales referentes), siendo el único salvavidas a manos de su opositor interno que el juez federal, Norberto Oyarbide, de vuelta el fallo precedente.
Hasta ahora se convalida la postura del ex jefe de gabinete de De la Rúa, que se declaró ganador y se niega a repetir el proceso electoral. A ello se suma que Oyarbide (quien actúa en reemplazo de Romilda Servini de Cubría) se va a tomar un tiempo para resolver el entuerto, lo que debilitaba aún más la permanencia de Rozas en el cargo partidario.
Ahora, ante el paso al costado de Rozas el partido buscará una salida institucional, aseguró una fuente de primer nivel de la estructura quien a la vez consideró altamente probable que el gobernador de Río Negro, Pablo Verani y su par de Chubut, José Luis Lizurume, como vicepresidentes de la UCR asuman la conducción del partido.
El vocero que mantuvo una reunión reservada el martes pasado en el Comité Nacional explicó que la Carta Orgánica avala que Verani y Lizurume tomen el timón y que de no ser así (lo que no estima que ocurra) se convocaría a un nuevo plenario.
La fuente del partido centenario, aunque reconoció que la salida de Rozas es una marca más en la deteriorada fuerza política considera que no tendrá incidencia alguna en la fuga de dirigentes y afiliados hacia otras agrupaciones.
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