Un imputado sin coartada

Hay momentos importantes en los que no se sabe qué hizo.

NEUQUEN (AN)- Sin aportar una hipótesis propia sobre el crimen, sin ofrecer testigos que corroboren su coartada y dejando sugestivos baches horarios en los que no se sabe qué hizo, Nicolás Rinaldi siempre se declaró inocente del asesinato de María Alejandra Zarza. Hoy, en el comienzo del juicio oral, mantendrá esa estrategia.

Sus abogados José O'Reilly y Guillermo Alvarez le aconsejarán que no hable por lo menos hasta que la acusación muestre sus cartas más fuertes.

Es un derecho que le asiste por ser imputado: puede declarar cuando quiera y decir lo que quiera, ya que no está obligado a ser veraz.

Romper el silencio a esta altura del proceso es arriesgado, y sólo puede justificarse si lo hace para aportar algún elemento nuevo que lo favorezca. De lo contrario, si declara para repetir lo mismo que ya ha dicho, se expondría a cometer eventuales contradicciones que le jugarían en contra.

Si Rinaldi no habla hoy, como todo parece indicar que sucederá, el juicio se abrirá con la lectura de lo que declaró el 18 de junio de 2002 ante el entonces juez Alfredo Velasco Copello.

En esa ocasión dijo, entre otras cosas:

•»A Alejandra la conocí en el año '92; mi primera relación sexual con ella fue en el año '96 o principios del '97. Después mantuve otra relación en junio o julio de 2001″.

•»Cuando me notificó que estaba embarazada, me atribuyó la paternidad a mí, a lo cual yo le dije que no podía ser mío. Eso fue el 13 de agosto (de 2001)».

•El 19 de febrero de 2002 «la pasé a buscar por su casa, fuimos hasta el mirador (el Balcón del Valle), tuvimos una discusión, ella se bajó del auto enojada y yo me fui sin decir nada».

•Ese día «yo había quedado con Yéssica (su ex pareja) en ir al cine, cuando ella entró a la sala yo me retiré. Dí unas vueltas por el centro y ahí decidí llamar a Alejandra y pasarla a buscar».

•»Ahí fue el tema del cambio de ropa: me cambié después de hablar por teléfono con Alejandra y me volví a cambiar después de dejarla».

•»Cuando ella se bajó del auto, no sé hacia dónde se fue porque puse en marcha el auto y me fui. Eran 23.30. Bajé al centro, estuve mirando carteles hasta que se hiciera la hora de volver al cine, a las 0.30″.

•»Esa noche no me encontré con nadie ni en el cine, ni en el bajo ni en el alto».

•»Me cambié de ropa porque a Alejandra le gustaba estar siempre bien vestida y que yo estuviera presentable, bien vestido».

•»La primera vez me cambié en la vereda del ADOS y la segunda en la calle Doctor Ramón, donde hay unos dúplex, siempre dentro del auto».

•»Yo creía que el chico no era mío porque habíamos tenido relaciones una sola vez y me parecía medio raro, pero si era mío me iba a hacer cargo sin ningún problema».

Nota asociada: CASO ZARZA: Las pruebas científicas son la clave del juicio oral que comienza hoy  

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