Un juego oportunista

El principal objetivo del Ministerio de Desarrollo Social es garantizar el cumplimiento de los derechos humanos siguiendo postulados internacionales, nacionales y provinciales en materia social. Para ello desarrolla programas tendientes a acompañar el desarrollo humano de las familias, intervenir en situaciones de vulnerabilidad o ante la presencia de derechos vulnerados.

Las opiniones del legislador Jorge Vallazza (FpV) resultan lamentables y desafortunadas. Lamentables, porque distorsionan la realidad y desinforman al lector. Desafortunadas, por la descalificación al ministerio como institución y a los miles de trabajadores que día a día y con mucho esfuerzo trabajan para mejorar la calidad de vida de las familias rionegrinas.

Según Vallazza, el ministerio es “una ventanilla de reparto discrecional de distintos recursos asistenciales”. Quien fue titular de la cartera que hoy menosprecia debería sentir vergüenza de manipular información de esa forma. El ministerio asiste a miles de familias, pero esa intervención se efectúa según una estrategia de los equipos técnicos que integran los diferentes programas; cuando se lo solicita desde el área social de los municipios; cuando se asiste a instituciones que realizan actividades sociales o trabajan mancomunadamente con el ministerio. Siempre la asistencia es otorgada con un fin específico, situación que pretende desconocer el exministro.

Se habla de planificación, evaluación y ejecución de políticas sociales. Veamos la realidad: sobre un presupuesto de 972 millones de pesos, a la fecha se han comprometido 710 millones y se han imputado preventivamente otros 113 millones. Se ejecutó el 73% del presupuesto y, si contemplamos la suma imputada preventivamente, tenemos una ejecución total del 85%.

Comparemos con la ejecución realizada por el exministro Vallazza a septiembre del 2012: 63,75%. Es decir que hoy tenemos 21 puntos más de ejecución. O de trabajo social.

Mal puede hablarse entonces de un ministerio que no ejecuta programas o de ausencia de políticas públicas, ya que la ejecución presupuestaria viene de la mano de la aplicación de una política pública como lo son los programas que regularmente se ejecutan desde la cartera social.

Resulta paradójico ver al legislador encabezar un reclamo de trabajadores de Programas Preventivos Promocionales cuando fue él quien pretendió cerrarlos a su paso por el ministerio, aludiendo falencias en su funcionamiento. Hoy estos programas asisten a más de 3.000 niños, niñas y adolescentes.

Habla de víctimas y menciona acciones que deberían llevarse adelante, pero la sociedad sabe y recuerda que, en su intrascendente paso por la cartera social, intentó descentralizar en las instituciones intermedias y ONG las obligaciones que los tratados internacionales, la Constitución y las leyes ponen a cargo del Estado rionegrino. Como hombre de la vieja política, pretendió desvincularse de las obligaciones que el Estado le encomendó.

En el artículo del legislador opositor sólo encontramos un juego oportunista que busca sacar rédito político falseando la realidad y desacreditando a las instituciones y a sus trabajadores, aprovechando un área tan sensible como es la problemática social.

Valiéndose de cualquier herramienta, como bien puede ser un gremio, intenta imponer su visión de la realidad como una verdad absoluta. Pretende instalar un supuesto ambiente de violencia institucional, con situaciones graves de maltrato, persecución laboral, etc. No escapará que de haberse constatado habría merecido un reproche de la Justicia, cuestión que no ha ocurrido.

La temática social es cada vez más compleja y cada día se presentan nuevos desafíos. Desde el Ministerio de Desarrollo Social seguiremos trabajando en pos de los niños, niñas, adolescentes, mujeres, adultos mayores, personas con discapacidad y todas aquellas familias que necesiten de la presencia del Estado rionegrino, porque para ello el pueblo se expresó a través de las urnas aquel 14 de junio que bien debe recordar el legislador.

* Ministro de Desarrollo Social Río Negro

Las opiniones del legislador Jorge Vallazza (FpV) resultan lamentables y desafortunadas: distorsionan la realidad y desinforman al lector.

Datos

Las opiniones del legislador Jorge Vallazza (FpV) resultan lamentables y desafortunadas: distorsionan la realidad y desinforman al lector.

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