Un librero para normalizar la biblioteca
Con el inventario como tema primordial, Elvio Vitali tratará
BUENOS AIRES (Télam)- El librero Elvio Vitali, que a los 51 años fue designado director de la Biblioteca Nacional, aseguró que su prioridad será hacer un inventario para evitar nuevos robos en el patrimonio de la institución y que impulsará un debate sobre el rol del Estado en la implementación de políticas culturales.
«Queremos una biblioteca que cumpla sus funciones, es decir, que ofrezca un servicio al público y a los investigadores en particular, que tenga por fin un inventario completo y que se posicione como centro de debate de los problemas argentinos», señaló Vitali. «Soy conciente de que asumo el cargo en un momento de crisis -destacó-. En realidad, el rol de director de la Biblioteca en un país normal debería servir para coronar una trayectoria intelectual importante, pero no es el caso».
El empresario, que compartirá su gestión con el sociólogo Horacio González en el rol de subdirector, destacó que «lejos de funcionar en condiciones óptimas, hoy la institución se sostiene en forma deficitaria. El reto pasa por solucionar la emergencia y normalizar rápido el funcionamiento».
«Yo no creo que el principal problema sean las carencias presupuestarias. Es cierto que hace falta dinero (de hecho tenemos la promesa del presidente de que el presupuesto será ampliado) pero lo importante es armonizar las relaciones con el personal para echar andar sobre la base de otro acuerdo de trabajo».
Vitali, cuyo mayor emprendimiento fue la fundación en 1984 de la librería Gandhi -uno de los foros de debate preferidos por los intelectuales durante los 90- se desempeñaba hasta ahora como director de Industrias Culturales y Acción Federal de la Secretaría de Cultura de la Nación.
Fanático del tango e hincha de Independiente, el nuevo titular de la Biblioteca tuvo que abandonar sus estudios de Derecho en 1976 para exiliarse en México, adonde debió marcharse amenazado por su militancia en el peronismo de izquierda.
También, Vitali fundó la Editorial Folios y la librería Losada. Y fue candidato a diputado nacional por el kirchnerista Frente por la Revolución Democrática que lidera Miguel Bonasso.
«No sé si llegar a la dirección de la Biblioteca es el sueño de todo librero, pero no me había imaginado nunca en esta instancia -aseguró-. Me siento muy honrado por la convocatoria del presidente de la Nación y estoy confiado por el apoyo de González, que es un intelectual de fuste».
La dirección estaba vacante desde el 10 de mayo, cuando renunció el poeta Horacio Salas por diferencias con el secretario de Cultura, Torcuato Di Tella, acerca de la relación con los sindicatos. Vitali y González estarán acompañados por un consejo asesor que integrarán la historiadora Heb Clementi, el ensayista Nicolás Casullo, el politólogo José Nun, el sociólogo Horacio Tarcus y el crítico Noé Jitrik.
La designación de este grupo tiene como objetivo neutralizar las críticas que circularon sobre la política cultural del Gobierno, en especial a partir de declaraciones de Di Tella según las cuales la cultura no era una prioridad para su gestión.
«El tema de las políticas culturales es muy complejo, porque en realidad la cultura no la produce el Estado sino la sociedad. Creo que a la Argentina le hace falta poner en práctica versiones más modernas para entender la actividad del Estado frente a la cultura. Y me parece central el concepto de industria cultural, que yo planeo poner en marcha desde la Biblioteca», apuntó Vitali.
«La noción de industria cultural es una de las formas más acertadas de imaginar una relación posible entre el Estado y la iniciativa privada -señaló-. En vez de plantear políticas basadas en el subsidio, hoy es más interesante que el Estado facilite a los sujetos de esta industria el acceso a los mercados externos».
La Biblioteca Nacional es uno de los organismos culturales con mayores conflictos: Vitali y González deberán lidiar con múltiples dificultades -problemas de catalogación, falta de mantenimiento de los depósitos y ausencia de medidas de seguridad- y conflictos gremiales por pujas internas entre ATE, UPCN y Soeme.
El organismo tiene pendiente la culminación de un inventario iniciado en 1953 -que permitiría controlar el éxodo de material producto de saqueos y extravíos reiterados-, aunque el mayor déficit es la disminución de un presupuesto que pasó de 12 millones de pesos en la época de la convertibilidad, a 7 millones de pesos.
BUENOS AIRES (Télam)- El librero Elvio Vitali, que a los 51 años fue designado director de la Biblioteca Nacional, aseguró que su prioridad será hacer un inventario para evitar nuevos robos en el patrimonio de la institución y que impulsará un debate sobre el rol del Estado en la implementación de políticas culturales.
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