Un liderazgo fortalecido

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se ve fortalecido con el operativo de las fuerzas armadas en que fue muerto el jefe militar de las FARC, Luis Suárez, alias Jorge Briceño o Mono Jojoy, a poco de haber asumido el poder, dijeron analistas a la AFP. “Santos queda muy fortalecido. Da continuidad a la política de seguridad democrática, de combate frontal a la guerrilla, que es muy popular, a la vez que se muestra más abierto y dialogante que su antecesor (Álvaro Uribe), lo que le ha permitido mejorar las relaciones con los vecinos Venezuela y Ecuador”, opinó el analista Rubén Sánchez, de la Universidad del Rosario. El Mono Jojoy, de 57 años, considerado el número dos del grupo integraba el mando central de las FARC (ver infografía) y era uno de los hombres más buscados de Colombia, además de que tenía dos solicitudes de extradición de Estados Unidos. Para el politólogo Fernando Giraldo, el operativo “rescata la posición de Santos ante la opinión pública”, que comenzaba a cuestionarle por una ofensiva guerrillera que en septiembre ha dejado al menos 43 policías y militares muertos, así como 42 subversivos. “Pero además muestra que la seguridad democrática es, más que una política gubernamental, una política de Estado”, señaló. El Mono Jojoy tenía a su cargo el Bloque Oriental de las FARC, el más grande y el que más recursos generaba de esa guerrilla, y era considerado como un gran estratega, difícilmente reemplazable. León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arcoiris, que analiza el conflicto armado en Colombia, consideró que “muestra que Santos da continuidad a la ofensiva militar de Uribe, y que las fuerzas armadas están en la misma tónica. Además, genera confianza en la población sobre la nueva cúpula militar”, refirió. Sin embargo, Valencia destacó que Santos, en contraste con Uribe, “muestra un tono distinto, y evita el triunfalismo. Deja la puerta abierta para combinar la acción militar con la negociación, lo cual es muy inteligente, porque las fuerzas guerrilleras están golpeadas, pero nunca acabadas o destruidas”. Según este experto, el presidente adquiere ahora “mayor capacidad de maniobra” para un eventual acercamiento con la guerrilla, “al mostrar resultados en el campo militar”. Las FARC, fundadas en 1964, cuentan en la actualidad con unos 7.000 combatientes, frente a cerca de 17.000 hace diez años, según el ministerio de la Defensa. En las últimas semanas han planteado una negociación al gobierno de Santos, que se ha declarado dispuesto al diálogo a condición de que cesen las acciones violentas y el reclutamiento de menores de edad, y liberen a los secuestrados en su poder, entre ellos 20 policías y militares.

Análisis

Nina Negrón AFP


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