Un marco político muy peculiar
–¿A qué se debe que en el sistema político argentino no haya un esquema de centroizquierda y centroderecha definido, como en casi todo el resto del mundo? –Viene de muy lejos. Acá en el siglo pasado tuvimos un conservadurismo progresista –al igual que en México y Brasil–, luego un radicalismo de clase media con sustento en el sector agropecuario, mientras el socialismo no conseguía echar raíces. Se conformó un cuadro político peculiar, a lo que se sumó el peronismo que es una mezcla de todo. –¿Por qué los candidatos rehúyen asumirse como de centroderecha? –Por un lado ello ocurre por la imagen final que quedó del menemismo; por otra parte, la dirigencia de ese sector no genera ningún programa atractivo con propuestas como “Vamos a modernizar al país, a llevarlo al primer plano competitivo del mundo”, explicando cómo va a hacerlo y con qué personas. –¿El electorado opositor no está condicionado por el crecimiento de la economía de estos años y una sociedad que no le da importancia a lo institucional? –Es así, es un elemento para tomar en cuenta. –La percepción global de una Argentina populista, ¿en cuánto puede afectarla en el contexto internacional? –El mundo está acostumbrado al populismo. No me parece terrible ni peculiar.
–¿A qué se debe que en el sistema político argentino no haya un esquema de centroizquierda y centroderecha definido, como en casi todo el resto del mundo? –Viene de muy lejos. Acá en el siglo pasado tuvimos un conservadurismo progresista –al igual que en México y Brasil–, luego un radicalismo de clase media con sustento en el sector agropecuario, mientras el socialismo no conseguía echar raíces. Se conformó un cuadro político peculiar, a lo que se sumó el peronismo que es una mezcla de todo. –¿Por qué los candidatos rehúyen asumirse como de centroderecha? –Por un lado ello ocurre por la imagen final que quedó del menemismo; por otra parte, la dirigencia de ese sector no genera ningún programa atractivo con propuestas como “Vamos a modernizar al país, a llevarlo al primer plano competitivo del mundo”, explicando cómo va a hacerlo y con qué personas. –¿El electorado opositor no está condicionado por el crecimiento de la economía de estos años y una sociedad que no le da importancia a lo institucional? –Es así, es un elemento para tomar en cuenta. –La percepción global de una Argentina populista, ¿en cuánto puede afectarla en el contexto internacional? –El mundo está acostumbrado al populismo. No me parece terrible ni peculiar.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios