Un Nobel para las técnicas ecológicas de producción
Crearon el método de la metátesis, que reduce emisiones de basura peligrosa.
El francés Yves Chauvin y los norteamericanos Robert H. Grubbs y Richard R. Schrock ganaron ayer el premio Nobel de Química 2005 por desarrollar el método de la metátesis, esencial para que la producción de medicinas y plásticos sea más eficaz y ecológica. La metátesis es empleada actualmente en la industria química, sobre todo en la producción de medicamentos y materiales plásticos avanzados, dijo la academia.
Chauvin, de 74 años, es director honorario de investigación en el Instituto Francés del Petróleo, en Rueil-Malmaison. Grubbs, de 63 años, es profesor de química en el Instituto de Tecnología de California, en Pasadena, y Schrock, de 60 años, es docente en química en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge. El premio les fue concedido por el desarrollo del método de la metátesis, que la academia sueca califica como «una de las más importantes reacciones de la química orgánica», que ha creado «fantásticas oportunidades de producir nuevas moléculas», por ejemplo en la fabricación de nuevos medicamentos.
En las reacciones metatésicas, los enlaces dobles entre los átomos son rotos y recompuestos para producir un cambio de lugar de los grupos de átomos. Esto se logra gracias a la acción de moléculas catalíticas específicas que permiten la reacción pero sin sufrir modificación alguna. El término «metátesis», que quiere decir «cambio de lugares», designa un proceso comparable a una danza en la cual los bailarines cambian de pareja, según definió el anuncio en Estocolmo.
Chauvin explicó en detalle en 1971 el funcionamiento de las reacciones metatésicas y qué tipos de compuestos metálicos actúan como catalíticos en estas reacciones. En la fase siguiente, los investigadores trataron de aplicar esta «receta» para desarrollar, en lo posible, los catalizadores. Schrock fue el primero en producir en 1990 un compuesto metaloide como catalizador eficaz en las metátesis. Dos años más tarde, Grubbs desarrolló un catalizador aún más efectivo, estable en el aire, que ha encontrado muchas aplicaciones prácticas.
Los aportes de los tres científicos hicieron este método más eficaz, más simple de usar y más ecológico, cosa que «representa un gran paso adelante en la 'química verde', que reduce las emisiones de basura potencialmente peligrosa a través de una producción más ingeniosa». «La metátesis es un ejemplo de cómo las contribuciones de la investigación básica pueden ser aplicadas en beneficio del hombre, de la sociedad y del medio ambiente», destaca el comunicado difundido ayer.
Además de su aplicación en la industria química, donde la metátesis es empleada en la producción de medicamentos y materiales plásticos avanzados, estos descubrimientos han sido también importantes en la industria biotécnica y en la producción de alimentos. El Premio Nobel de Química fue otorgado el año pasado a los bioquímicos israelíes Aaron Ciechanover y Avram Hershko y al norteamericano Irwin Rose por el descubrimiento del mecanismo por el cual la célula se deshace de la «basura», marcando proteínas indeseadas con una enzima para degradarlas después en «basureros» celulares, en uno de los más importantes procesos cíclicos de la célula. El premio de química es el tercero de los Premios Nobel de este año, que se conceden también en medicina, física, economía, paz y literatura.
Los Premios Nobel están dotados con diez millones de coronas (1,1 millones de euros/1,3 millones de dólares) en cada rubro. Todos los ganadores recibirán la distinción el 10 de diciembre, día del aniversario de la muerte del creador de los galardones, Alfred Nobel (1833-1896). (DPA)
Emocionados y no tanto
Los tres científicos recibieron la noticia con diferentes sensaciones. Mientras los americanos festejaron el logro, el francés no mostró demasiado interés en el tema.
«Estoy impactado», declaró Schrock, de 74 años, a la radio pública sueca después de recibir la noticia cuando estaba desayunando en su casa de Boston (noreste de Estados Unidos). «Acababa de levantarme y estaba tomando un café, y pensé que no podía ser verdad, pero lo es, así que me hizo mucha ilusión, el corazón me late a 200 por segundo», declaró, casi sin aliento. Añadió que había oído rumores de que podía ganar el premio, pero nunca los había creído. Schrock admitió que con el Nobel, su vida «cambiará de manera significativa». «Probablemente estaré muy ocupado, al menos el primer año; estoy deseándolo. Es algo con lo que uno siempre sueña y cuando ocurre, uno tiene que estar preparado para aceptar esta responsabilidad», comentó.
Por su parte, Robert Grubbs, de 63 años, que se encontraba en Nueva Zelanda cuando recibió la noticia, dijo que también había oído rumores al respecto. «El mundo de la química está lleno de rumores, pero uno nunca espera que se hagan realidad, así que es muy emocionante cuando ocurre», declaró a la radio sueca. Lo primero que hizo Grubbs fue llamar a sus hijos. «Es una sorpresa muy grande y ahora tendré que pensar en lo que voy a hacer», dijo.
A su vez, Chauvin recibió la noticia en su casa del centro de Francia «sin especial alegría» por lo que afectará a su vida, agradeció las investigaciones de sus colegas norteamericanos y anunció que debido a su edad no acudirá a recoger el premio. (AP)
El francés Yves Chauvin y los norteamericanos Robert H. Grubbs y Richard R. Schrock ganaron ayer el premio Nobel de Química 2005 por desarrollar el método de la metátesis, esencial para que la producción de medicinas y plásticos sea más eficaz y ecológica. La metátesis es empleada actualmente en la industria química, sobre todo en la producción de medicamentos y materiales plásticos avanzados, dijo la academia.
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