Un nuevo clásico concentra la atención de la zona
Independiente y Deportivo Roca se miden desde las 16, en Centenario.
Vale decirlo: será el partido de la fecha en la zona F del Argentino B. En el Gigante del barrio Sarmiento, Independiente recibirá a un Deportivo Roca que hasta ahora está intratable.
El «Naranja» del «Beto» Saldico ganó los tres compromisos que disputó, por lo que el partido de esta tarde podría ser el salto definitivo a una postulación de serio candidato a la clasificación.
En el otro rincón está el «Rojo», un equipo que llega con la necesidad de ganar para olvidarse del mal trago del fin de semana, cuando fue derrotado claramente por Deportivo Madryn (4-2).
Gustavo Coronel sabe que Independiente debe ser protagonista. Por ello, hizo un cambio que en los papeles aportará mayor poder ofensivo: entra Orlando Porra, sale Jesús Mora.
El dibujo seguirá siendo el mismo (4-3-1-2), pero «Lalo» se parará de enganche y Diego Landeiro se correrá al sector izquierdo. La otra modificación es la de Nicolás Finesi por el «Cota» Mario Alvarez.
En el «Depo» hubo muchas idas y venidas para confirmar los once titulares, sobre todo debido a que eran varios los jugadores que estaban entre algodones.
Así, ayer pasado el mediodía, después de recibir los informes médicos, el «Beto» Saldico confirmó que saldrá a la cancha con un dibujo táctico cambiado.
Esta vez sumará un hombre en defensa y apelará al 4-3-1-2. La buena noticia fue que el «Mariscal» Carlos Arancibia se recuperó de su lesión y será de la partida, igual que Diego Napolitano, quien era uno de los interrogantes tácticos. La novedad es la inclusión en el ataque del menor de la dinastía Napolitano, David, quien saltará a la cancha en lugar de Pablo Bocco.
Durante el torneo pasado se enfrentaron cuatro veces, en los que cada uno ganó cuando jugó como local. El «Rojo» se impuso 2-1 y 2-0 y tiene a Orlando Porra como máximo anotador con tres goles. Precisamente en uno de esos partidos se fue expulsado.
La de hoy será una historia distinta porque hay muchos jugadores «nuevos». Sólo hay que esperar que se viva como una fiesta, sin violencia.
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