Un poco más que volteretas en el aire

"Romeo debe morir", una historia de amor entre efectos especiales.

Si todo lo que se dice es cierto la vida de Jet Lee es bastante más entretenida que sus películas. Corren rumores. Aunque con la industria de Hong Kong nunca se sabe, ellos también son expertos en construir mitos.

Pensemos sino en Bruce Lee. ¿Quién podría decir cómo murió la mayor estrella de las artes marciales de todos los tiempos? ¿Atacado por un grupo de monjes shaolín? ¿En una pelea a muerte? ¿Desbordado por la heroína?

Jet Lee al parecer tiene algunos problemas con la mafia china. Esta organización estaría detrás de industria de los filmes de acción chinos que constituyen toda una tradición estética y también una fuente increíble de dinero. John Woo es el director más conocido de una generación que hace año prueba estas formas expresivas.

Lee ya es un ídolo en Hong Kong, su desembarco en Hollywood era un paso lógico en su carrera.

Lo propio ha hecho Jackie Chan quien se pasó 10 ó tal vez 15 años filmando en esa ciudad antes de instalar su arte en la escena norteamericana y así en el planeta. Hoy a los 40 y tantos ya puede figurar la exclusiva lista de las celebridades. ¿Alguien recuerda aquel clásico llamado «El maestro borrachón»? Es probable que no, pero se consigue en los videos.

Lee era o tal vez aun lo es, un generador de intereses para un sector mafioso chino, su nueva relación con los grandes estudios no habría sido bien vista. Nadie quiere perder a la gallina de los huevos de oro. Al menos eso es lo que dicen.

Lo cierto es que el chico tiene una elasticidad de mono pero nada de expresividad. En ese sentido está muy lejos de Jackie Chan y algo más cerca de Charles Bronson.

«Romeo debe morir», es, precisamente, una historia de grupos mafiosos. El interpreta al hijo del capo de un clan que se escapa de una cárcel de alta seguridad (la fuga es lo mejor del filme) para vengar la muerte de su hermano que fue asesinado en Estados Unidos.

Una vez allí roba un taxi, apalea a los malos de siempre y se enamora de una bellísima mujer negra o sea Julieta. Este Romeo moderno, de ojos rasgados y patadas fulminantes aprovecha, además de su condición física, la tecnología de los productores de «Matrix».

Curiosamente esos efectos, entendibles en el excelente filme protagonizado por Keanu Reeves, quedan desubicados en un guión sin el ingrediente de la ciencia ficción.

Esos giros en el aire no se explican de ningún modo y tampoco agregan mucho a una historia de matineé.

«Romeo debe morir» es salvada por la escenas de acción puras, un par de actuaciones creíbles y la figura intensa de este chico que al igual que Bronson, hace sentir su mirada. Con todo esto compone un filme entretenido. Misión cumplida.


Si todo lo que se dice es cierto la vida de Jet Lee es bastante más entretenida que sus películas. Corren rumores. Aunque con la industria de Hong Kong nunca se sabe, ellos también son expertos en construir mitos.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios