Un problema para las economías regionales

Análisis

Los anuncios del presidente del Banco Central suman incertidumbre en las economías regionales, que cada día que pasa observan cómo sus costos internos crecen y su oferta pierde competitividad en los mercados externos.

Desde esa fecha hasta hoy, el peso argentino se depreció un 6%. Los precios, en ese mismo período, corrieron a una tasa promedio del 35% y los salarios al 32%.

El gobierno se quedó con todos los costos de la devaluación (aceleración de la inflación) y perdió el beneficio de la competitividad para los exportadores. Resultó, como se dijo en aquellos días, una “devaluación sin plan” ya que la política monetaria del Banco Central (devaluar y subir las tasas de interés) no fue acompañada por una moderación del déficit fiscal, cuyo manejo es responsabilidad del Ministerio de Economía.

La competitividad cambiaria ya se encuentra en los índices previos a la devaluación, con un tipo de cambio real multilateral que hoy se ubica debajo del nivel anterior al del salto devaluatorio.

El afán de Vanoli de someter al mercado cambiario como ancla para contener la inflación y quitar expectativas sobre el dólar blue va a generar estragos en las economías regionales.

La fruticultura del Valle no es ajena a esta situación. Comenzar la nueva temporada de peras y manzanas con un dólar encorsetado en 8,50 pesos (sin retenciones) no es la mejor noticia para los empresarios de la región. Y menos aún, cuando los costos internos mantienen su creciente tendencia y los países hacia donde se dirige nuestra oferta exportable han devaluado sus monedas en términos reales más del 10% en forma interanual.

(Redacción Central)