Un récord delictivo

SAN LUIS (DyN).- Una estación de servicios de la ciudad sanluiseña de Villa Mercedes fue asaltada 150 veces y uno de sus empleados tuvo que jubilarse por “stress traumático” a raíz de la seguidilla de robos que sufrió el local. El comercio de venta de combustibles se encuentra ubicado en la intersección de la Ruta 8 y Presidente Perón, de Villa Mercedes, donde desde 1983 al 2011 sufrió los 150 asaltos, pero en 2004 comenzaron a registrarse en reiteradas oportunidades los actos delictivos. Fernando Curchod, responsable de la estación de servicio, comentó que uno de los playeros debió jubilarse “por stress traumático”, luego de haber sido “asaltado a mano armada en 51 oportunidades” y sufrir además un arrebato. Curchod señaló que le preocupa “la violencia” con que han sucedido los últimos hechos, donde no sólo han sido víctimas los empleados, sino también los clientes. Según el empresario, en promedio lo que le roban a los playeros, es “alrededor de 800 pesos; cuando entran al multiventas es unos 2.500 pesos, porque además se llevan las tarjetas (telefónicas) y si tienen tiempo, también los cigarrillos”. Resignado, comentó a esta agencia que “uno se acostumbra, lo que pasa es que al último ya hay agresión y eso es lo que te asusta”.


SAN LUIS (DyN).- Una estación de servicios de la ciudad sanluiseña de Villa Mercedes fue asaltada 150 veces y uno de sus empleados tuvo que jubilarse por “stress traumático” a raíz de la seguidilla de robos que sufrió el local. El comercio de venta de combustibles se encuentra ubicado en la intersección de la Ruta 8 y Presidente Perón, de Villa Mercedes, donde desde 1983 al 2011 sufrió los 150 asaltos, pero en 2004 comenzaron a registrarse en reiteradas oportunidades los actos delictivos. Fernando Curchod, responsable de la estación de servicio, comentó que uno de los playeros debió jubilarse “por stress traumático”, luego de haber sido “asaltado a mano armada en 51 oportunidades” y sufrir además un arrebato. Curchod señaló que le preocupa “la violencia” con que han sucedido los últimos hechos, donde no sólo han sido víctimas los empleados, sino también los clientes. Según el empresario, en promedio lo que le roban a los playeros, es “alrededor de 800 pesos; cuando entran al multiventas es unos 2.500 pesos, porque además se llevan las tarjetas (telefónicas) y si tienen tiempo, también los cigarrillos”. Resignado, comentó a esta agencia que “uno se acostumbra, lo que pasa es que al último ya hay agresión y eso es lo que te asusta”.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora