Un regreso afinado y demoledor

Fue la tercera presentación de “Amapola del 66”, el nuevo trabajo de la banda

Oscar Livera

Dos años de espera para el regreso a los escenarios neuquinos. Ocho años de espera para escuchar un nuevo disco de estudio. Una espera larga que realmente valió la pena y que ayer pudieron disfrutar alrededor de cinco mil personas que colmaron el Ruca Che para ver, para oír y disfrutar de la Aplanadora del rock. Ricardo Mollo y Diego Arnedo, en el escenario, junto a Catriel Ciavarella en la batería. Y “Amapola del 66” para todos.

Claro que no todo fue lo nuevo. Además, de los temas del nuevo disco, que salió en marzo y tuvo su presentación original en Tilcara, Divididos repasó parte de su extensa discografía El power trío, estuvo anoche por segunda vez en el Ruca Che, y la de anoche fue la tercera presentación en vivo de este disco que los llevas a las orillas del folclore.

El clásico “El Arriero” fue, a las 23.30, el tema que marcó el inicio de casi dos horas de rock del bueno. Luego siguieron “Hombre en U”, “Buscando un ángel” y “Mantecoso”.

Pero el estadio explotó verdaderamente cuando sonó “Spa-ghetti del rock”, que dio inicio a l tradicional pogo de los más entusiastas, que no pararon de saltar con “Par mil” y “Avanzando retroceden”, canciones a las que se sumaron los ya conocidos “La flor azul”, “Qué ves?”, “Guanuqueando”, “Rasputín”, “El 38” que no podía faltar, “Cielito lindo” y el poderoso “Netweek” del mítico Sumo.

En su reencuentro con el público de todo el Alto Valle que se acercó a Neuquén para escucharlos, la banda sonó totalmente ajustada, con Mollo y Arnedo muy inspirados y un Ciavarella desatado en la batería.

El recital de anoche fue claramente demoledor y quedó demostrado que Divididos mantiene su fuerza y contundencia.

Fueron casi dos horas sin fisuras en as expectativas del público, en la calidad sonoro y de la puesta en escena de un espectáculo como solo Mollo y sus chicos saben brindar. Después de su actuación en esta ciudad Divididos hará lo propio en Mendoza y el 2 de junio en el Luna Park de Buenos Aires.

Como ya había sucedido en sus anteriores producciones, la impronta folclórica se vive fuertemente en “Amapola del 66”.

Muestra del género y parte de la extensa lista de temas que interpretarán, “La flor azul”, chacarera escrita por Mario Arnedo Gallo (padre del bajista), fue la excusa perfecta para sumar artistas a la escena.


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