Un regreso con muchas explicaciones

El traslado de la locomotora de vuelta a Conesa generó reacciones adversas en la oposición legislativa del radicalismo. La intendenta, el entonces ministro de Turismo Angel Rovira Bosch y Tren Patagónico tuvieron que responder un pedido de informes acerca del motivo de ese movimiento. Trasladar la carga no fue fácil ya que la locomotora mide 14 metros y pesa 42 toneladas. Mas defendió el proyecto de recupero de ese patrimonio sosteniendo que refuerza “la identidad de todo un pueblo, por la importancia desde el punto de vista sociocultural que tuvo el Ingenio San Lorenzo como emprendimiento industrial que generó la llegada en los años veinte de numerosas familias de distintas nacionalidades a la región”. La cuestión es sensible para esa ciudad. La historiadora local Inés Luna recuerda cómo se fue diezmando todo ese empredimiento industrial y ferroviario que tuvo como firme impulsor al empresario Benito Raggio. Su decidida gestión de mantener viva la llama de esa construcción colectiva -inaugurada el 30 de mayo de 1929-, la llevó a realizar su aporte organizando muestras de fotografías antiguas, maquetas y publicaciones sobre el ingenio que cerró sus puertas en 1941. Recién en 1955 los familiares de Raggio lograron que el gobierno nacional les cancele la deuda contraída con la empresa que con un efecto visionario fue la constructora de la traza ferroviaria con la ayuda del baqueano Pailemán, hijo del cacique Juan Paileman; indica Luna (AV).


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