Un taxista allense vivió una odisea

Los taxistas siguen siendo blanco de los delincuentes, especialmente durante la noche. ALLEN (AA).- Un taxista allense se convirtió, durante la medianoche del jueves, en la víctima de un nuevo asalto que tuvo lugar en esta ciudad. Dos jóvenes delincuentes simularon ser clientes pero luego lo encañonaron, lo llevaron hasta una zona semidespoblada en el norte de la localidad y allí lo despojaron de unos 50 pesos y de su automóvil. Además, lo ataron con alambres y lo dejaron abandonado a unos cuatro kilómetros del casco urbano.

Los delincuentes habrían sido vistos y reconocidos por varios y ocasionales testigos, según trascendió, pero hasta anoche la policía no logró detener a ninguno de ellos y tampoco se halló el rodado.

La triste odisea le tocó vivir esta vez a Raúl Montivero, propietario de un taxi Peugeot 504 que integraba la flota de unidades de la empresa local «Unión».

El hecho se originó pasadas las 23.30 del jueves cuando el dueño se encontraba trabajando y estaba ubicado en la plataforma municipal, se indicó, sobre el bulevar de la calle Libertad. Allí, ante la presencia de otros taxistas de distintas empresas, se indicó, dos muchachos lo abordaron y le solicitaron un viaje hasta el barrio Progreso, según pudo saberse.

El hombre aceptó y todo marchó normal hasta que en inmediaciones del lugar de destino, los presuntos pasajeros le pidieron que continuara el viaje «un poco más allá». Montivero prosiguió el rumbo, pero en cuestión de escasos minutos se vio encañonado y reducido por los sujetos, que le exigieron la entrega del dinero.

Pudo saberse que el taxista no se habría resistido en ningún momento, pero lo hicieron bajar del vehículo. Allí los ladrones se alzaron con el dinero de la recaudación que sería de unos 50 pesos, y también se llevaron el auto con todos los equipos de comunicación del taxi.

Sin embargo, en forma previa se aseguraron que Montivero no pudiera escapar y dar rápido aviso a la policía. Para esto, los malhechores le quitaron y arrojaron los anteojos recetados que utiliza en forma permanente, y también hicieron lo mismo con sus zapatillas. Pero además, usaron alambres para inmovilizar al taxista atándole ambas manos. Luego lo abandonaron tirado en el suelo, en proximidades de la zona donde está ubicada una arenera, y huyeron.

Montivero se puso de pie y caminó hacia el barrio Colonia 12 de Octubre, donde llegó a la casa de un familiar y solicitó ayuda a la policía.

Según se supo, los uniformados y también algunos taxistas compañeros de la víctima, recorrieron la zona e incluso llegaron hasta Roca para tratar de encontrar el vehículo, pero hasta ayer no tuvieron suerte.