Un testigo clave que «plantó» la policía

BUENOS AIRES (Télam).- Un juez de Instrucción sobreseyó a tres acusados de mutilar los cuatro dedos de una mano a un colectivero, ya que las detenciones se habían basado en los dichos de un testigo aparentemente falso introducido en la causa por policías federales y bonaerenses, para quienes el magistrado pidió también una investigación penal, se informó ayer.

La resolución fue tomada por el juez de instrucción Juan Ramos Padilla, quien no sólo sobreseyó a los acusados del ataque cometido el 25 de junio último contra el colectivero de la línea 65, Mario West, sino que pidió que se inicie una causa para investigar a un presunto falso testigo que los involucró.

El juez requirió además que se investigue a tres efectivos de la división Robos y Hurtos de la Policía Federal y uno de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín por incorporar al testigo a la causa.

El magistrado comenzó a advertir lo dudoso de los dichos del testigo a poco de iniciarse la causa y sus sospechas fueron mayores cuando descubrió que el mismo hombre había sido un testigo fundamental para «esclarecer» otros casos resonantes, entre ellos la del crimen del esposo de la actriz Georgina Barbarosa, Raúl Lecouna.

Por esa razón, el juez calificó al testigo como «el instrumento que utilizan las autoridades policiales para hacerle creer a la sociedad que delitos de trascendencia pública se han esclarecido».

La realidad, según Ramos Padilla, es que «han abortado las investigaciones, han frustrado el esclarecimiento de los hechos y han defraudado a la sociedad, con el afán de demostrar, tal vez, alguna suerte de efectividad». Además de pedir el inicio de una pesquisa judicial para investigar estas circunstancias, Ramos Padilla advirtió a sus colegas para que tengan en cuenta una eventual aparición de este presunto falso testigo en otras causa.