Un testigo quedó bajo sospecha
NEUQUÉN (AN).- El tribunal decidió ayer que se investigue la participación del expolicía federal Roberto Quiroga en el secuestro y detención ilegal de Susana Mordasini, quien a los 16 años fue sacada de la casa de sus abuelos en Neuquén por policías federales y luego trasladada a Coordinación Federal, en el tercer piso de “detenidos políticos”. Quiroga estaba propuesto como testigo ayer para que describiera el funcionamiento de la delegación de la policía Federal en Neuquén, que tiene a su segundo jefe en 1976, el subcomisario Jorge Soza, como imputado. Luego de la declaración de Mordasini y ante el pedido de los querellantes, el testimonio fue remitido al juzgado de instrucción para que se investigue “su participación” en los hechos descriptos en la audiencia. Mordasini dijo que mientras la trasladaba a Buenos Aires, Quiroga se identificó como oficial federal, excompañero de escuela de su mamá, y a su vez dijo que conocía a su tío; ambos criados en Neuquén. Explicó que en enero de 1977 ella vivía con sus padres en Buenos Aires y que se encontraba de vacaciones en casa de sus abuelos maternos, en la capital neuquina, cuando fue secuestrada. Sus padres habían regresado a la capital federal porque se habían enterado de que su hermana mayor, de 26 años, había sido secuestrada allá; entonces dejaron a la adolescente en Neuquén con su abuela y tíos. A los pocos días, dos federales se presentaron en la casa de la calle San Martín para saber si la joven continuaba en el domicilio neuquino, y al día siguiente se produjo el secuestro, del que participaron agentes federales, dijo. Mordasini recordó que durante la revisión médica que le practicaron en Neuquén estuvo en presencia del interventor de la policía, Osvaldo Laurella Crippa, a quien reconoció en 2008 por la publicación de su foto en el diario cuando fue procesado.
NEUQUÉN (AN).- El tribunal decidió ayer que se investigue la participación del expolicía federal Roberto Quiroga en el secuestro y detención ilegal de Susana Mordasini, quien a los 16 años fue sacada de la casa de sus abuelos en Neuquén por policías federales y luego trasladada a Coordinación Federal, en el tercer piso de “detenidos políticos”. Quiroga estaba propuesto como testigo ayer para que describiera el funcionamiento de la delegación de la policía Federal en Neuquén, que tiene a su segundo jefe en 1976, el subcomisario Jorge Soza, como imputado. Luego de la declaración de Mordasini y ante el pedido de los querellantes, el testimonio fue remitido al juzgado de instrucción para que se investigue “su participación” en los hechos descriptos en la audiencia. Mordasini dijo que mientras la trasladaba a Buenos Aires, Quiroga se identificó como oficial federal, excompañero de escuela de su mamá, y a su vez dijo que conocía a su tío; ambos criados en Neuquén. Explicó que en enero de 1977 ella vivía con sus padres en Buenos Aires y que se encontraba de vacaciones en casa de sus abuelos maternos, en la capital neuquina, cuando fue secuestrada. Sus padres habían regresado a la capital federal porque se habían enterado de que su hermana mayor, de 26 años, había sido secuestrada allá; entonces dejaron a la adolescente en Neuquén con su abuela y tíos. A los pocos días, dos federales se presentaron en la casa de la calle San Martín para saber si la joven continuaba en el domicilio neuquino, y al día siguiente se produjo el secuestro, del que participaron agentes federales, dijo. Mordasini recordó que durante la revisión médica que le practicaron en Neuquén estuvo en presencia del interventor de la policía, Osvaldo Laurella Crippa, a quien reconoció en 2008 por la publicación de su foto en el diario cuando fue procesado.
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