Un trastorno poco frecuente

Una de cada 5.000 mujeres de todo el mundo nace con un trastorno que se caracteriza por la falta de la vagina y del útero. El síndrome de Rokitansky implica otras anomalías, pero la ausencia de este órgano es el mayor problema.

Una vagina artificial parece ser la mejor solución, permitiendo incluso el disfrute de las relaciones sexuales. En la mayoría de los casos, este órgano se construye con un trozo de intestino delgado o de colón y, según un estudio reciente, puede permitir una vida sexual a las mujeres que sufren este trastorno.

El médico Angrigiani, quien lideró la intervención quirúrgica para construir la vagina de Melisa, sostuvo en su momento que este tipo de malformación “no es común, no es una cosa diaria, pero sí hay muchas mujeres con este problema que está descripto en la literatura médica”.

Rosas, por su lado, indicó que esto se da durante el embarazo entre la 4 y 12 semana de gestación, debido a la falta de un aminoácido en la cadena genética.

En el caso de Melisa se detectó este problema al no tener menstruación, lo que la llevó a ver a distintos médicos. Con la intervención de ayer, para ella y su familia se cierra un ciclo de preocupaciones y se abre un camino hacia una vida sexual normal de la jovencita. (AVM)


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