Un viaje a Disney con el ahorro en los surtidores
ESTADOS UNIDOS
Mat Coffy es un trabajador publicitario de New Jersey. Es uno de los 6,5 millones de estadounidenses que utiliza fuel oil para calefaccionar su hogar, un método que suena extraño en Argentina pero que está extendido en el país del norte.
Según un reportaje que le dio a la cadena CNN, por la baja del precio del crudo, se ahorra por año unos 10.000 dólares para calefaccionarse. Con ese dinero, Coffy piensa llevar a sus hijos Sean, de 11, y Kristen, de 9, en un viaje sorpresa a Disney. Incluso, le sobrará dinero para iniciar un nuevo negocio.
El ahorro de las familias estadounidenses por la baja del crudo y su impacto en los combustibles llega a la fabulosa cifra de 115.000 millones de dólares, según un reciente trabajo de Reuters. Equivale a medio punto del PBI del país del norte, que pasó del bolsillo de las grandes petroleras al de los contribuyentes.
¿En qué se gasta ese dinero? La pregunta desvela a las consultoras de mercado, ávidas por capturar parte de esa renta.
A diferencia de los argentinos, que seguramente destinarían ese dinero al consumo, los estadounidenses prefieren ahorrar.
Una encuesta realizada por Ipsos mostró que el 75% de más de 3.000 estadounidenses entrevistados asegura que el ahorro en combustible ayudó a cubrir necesidades básicas o directamente se guardaron el dinero.
El 40% respondió que los ahorros los ayudaron a pagar deudas, en un país donde las familias están sobreendeudadas.
Sin embargo, un reciente informe de Bloomber alertó por una peligrosa tendencia: en el 2015, la cantidad de estadounidenses que fuman aumentó por primera vez en la década.
Los expertos creen que puede deberse a la baja del combustible, ya que el 60% de los cigarrillos se vende en las estaciones de servicios.
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