Una actriz con toda la fuerza

La ductilidad de Mónica Cabrera podrá apreciarse nuevamente con su espectáculo "Arrabalera, mujeres que trabajan", en el teatro Amankay de San Martín de los Andes en el Festival Estival de Teatro. La cita es mañana a las 22.30. Luego, actuará en Neuquén en La Curtiembre el jueves 2 de febrero a las 22 y el viernes 3 a las 23.

por: JULIO PAGANI

La última vez que Mónica Cabrera, junto a Ana Bonet asistente y actriz recorrió el Valle con este «Arrabalera, mujeres que trabajan» fue por la propuesta del festival organizado por el grupo La Hormiga Circular de Villa Regina «ese preciosos lugar», según dice. Fue cuando estuvo en «Roca, Cipolletti y Río Colorado donde descubrió a «una ciudad que parecía totalmente descolgada del circuito y que sin embargo tiene una movida notable, incluso hay gente que ha construido un teatro en una casa, con todas las comodidades para los actores que van en gira, todo a pulmón».

Gratificada por el éxito de esa experiencia no dudó en volver en esta oportunidad, aunque llevó «Arrabalera» ya dos veces a Roca y estaba esperanzada en regresar en esta gira. Viene de hacer en Buenos Aires un éxito como «El club de las bataclanas», también «Arrabalera» y su espectáculo «Como una perra», además de sus personajes en el notable teatro Anfitrión en su espectáculo de cabaret.

Presenta por primera vez en San Martín de los Andes su «Arrabalera» para el festival que organiza el grupo Humo Negro en la sala Amankay.

Ella destaca que «se trata de un festival que se hace desde hace varios años. Es algo muy importante, porque el acceso a esas ciudades se hace difícil, en especial cuando uno se tiene que solventar los gastos, además todo el tema de los grupos locales es muy interesante, porque no se conforman con armar su propio espectáculo y conseguir subsidios sino que traen grupos de todo el país y hasta del Brasil».

«Esto, también sucede en todas las provincias, donde se organizan festivales y resulta la única forma de acceder para muchos artistas. Sería interesante- agrega- que el Instituto nacional de Teatro les diera un subsidio a esos grupos que viajan, porque ellos pagan todo y en buenas condiciones de estadía. Estas iniciativas resultan una manera inteligente de hacer intercambio de teatro entre las provincias, dado que es notable el movimiento teatral que hay, porque sino parece que el único lugar donde se hace teatro es en Capital».

Para ella en el interior «se hacen cosas maravillosas de las que nadie se entera, entonces se necesita mucha energía para impulsar proyectos propios».

La actriz cuenta que en Neuquén fue invitada por «los chicos de La Curtiembre, un galpón al que transformaron en concert» y que la contactaron cuando estuvo en la anterior gira, después de verla en Cipolletti, «en un teatro hermoso que dirigía Jorge Onofri con mucha lucha. Porque -advierte- parece que lo único que se propone como cultura popular es el folclore y eso se reitera, mientras que el teatro, que también es cultura popular se relega bastante. No hablo de hacer Beckett, pero sí de abrir caminos hacia otra opción de cultura».

Lo confirmó cuando estuvo en Rafaela con una movida teatral de gran tradición donde en cuatro días se calcularon 8.000 personas movilizadas por las distintas propuestas del festival.

Lo mismo la entusiasmó la movida de Rawson y Trelew. «Es inteligente llevar lo que más gusta del país para que la gente se acerque al teatro» dice.

«Arrabalera' cambia en la medida que cambio yo como actriz, y mejoro» dice Mónica Cabrera al referirse al espectáculo que presentará en San Martín y Neuquén en el que el hilo conductor es la radio «como una referencia de tiempo, con las propagandas, las modas y el devenir político en distintas épocas, una referencia radial de cómo va pasando la vida.

Ese marco documental sirve para la aparición de siete mujeres, como una propuesta de acceso al público sobre la base de un vestido negro, y cambia el personaje con mínimos detalles de zapatos o pañuelos. Se trata de un grotesco con sustancia, son personajes con sentimientos. Yo no soy chistosa, pero tiene una cuota de humor por las situaciones».

Pero de todas maneras reconoce su esencia trágica, una cualidad que le viene de un rostro y una personalidad muy profunda. Ella viene de estrenar «Tango Bar, Amor» y de preparar una Medea muy especial y original, son futuras propuestas para giras por el país.

Pero también ha recibido la convocatoria de Carlos Rottemberg, al que considera un empresario destacado en el medio.

Espera poner en esos trabajos la misma fuerza que destacan sus solitarios espectáculos donde no necesita de efectos, sino esa inefable calidad de una actriz formada en la «autogestión» de su admirada Alejandra Boero o en esas míticas mujeres como Niní Marshall y Tita Merello, que hicieron lo suyo con talento.

«Ellas marcan un camino de la mujer que hace sus textos, sus personajes», dice.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios