Una alegría incompleta para la Alianza

La Alianza justificó la razón de su creación con el rotundo triunfo que ungió para la presidencia la fórmula De la Rúa-Alvarez, y será la primera vez que en el país gobernará a partir del 10 de diciembre una coalición de partidos de centro-izquierda.

Sin embargo, la fiesta no fue completa porque si bien la victoria de De la Rúa era contundente, el haber perdido la provincia de Buenos Aires lo condiciona más de lo que creen.

Si bien los resultados fortalecen el liderazgo de De la Rúa y el radicalismo por sobre el Frepaso, cuya fórmula encabezaba en territorio bonaerense, surgen una serie de dudas sobre el futuro de la coalición y el destino del vicepresidente electo «Chacho» Alvarez y del candidato a la Jefatura de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra.

La combinación de radicales y frepasistas, que en los comicios anteriores a la conformación de la Alianza, era un voto cantado porque venían compartiendo el mismo electorado.

Raúl Alfonsín, el mismo que firmó el pacto de Olivos que permitió la reelección de Carlos Menem, fue el que decidió de imprevisto anunciar en una conferencia de prensa anunciar la conformación de la Alianza.

Con la derrota de la coalición en territorio bonaerense, el peronismo estaría en condiciones -por la importancia del distrito- de recomponer fuerzas de la mano de Ruckauf y el presidente Menem, quien según los trascendidos- se consideraría el padre de esa victoria. También se le apuró Duhalde al destacar los resultados de la provincia de Buenos Aires.

No obstante, el triunfo de De la Rúa en casi todos los distritos también permite una consolidación de la Alianza pero la sombra bonaerense pone en duda al menos la duración de esa proyección.

De la Rúa deberá demostrar no sólo sus virtuales dotes de administrador, sino también asumir el compromiso de desterrar la corrupción, impulsar la investigación de la administración menemista y realizar negociaciones con el poder de los gobernadores peronistas.

El destino del vicepresidente electo se transforma ahora en incierto, porque una de las especulaciones es que tendrían como prioridad ganar su bastión tradicional: la Capital Federal y ante la posibilidad de que Domingo Cavallo se presente para competir por la Jefatura de Gobierno.

Voceros oficiosos hablan de la posibilidad que sea «Chacho» Alvarez el que ocupe la candidatura que por ahora tiene Aníbal Ibarra o que desde el radicalismo se impulse otro candidato que pueda enfrentar a la posible candidatura de Acción por la República o la de Gustavo Beliz de Nueva dirigencia. (DyN)


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios