Una buena limpieza evita costosos daños

Tratados con los productos adecuados, una cámara, una compu o un televisor resplandecen de nuevo como en sus mejores tiempos.

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Por muy caro que sea, un bonito accesorio tecnológico carece de atractivo si está lleno de polvo y de huellas digitales. No obstante, tratados con los productos adecuados, una cámara o un televisor resplandecen de nuevo como en sus mejores tiempos. Aunque los fallos en la limpieza pueden tener también graves consecuencias.

Los archivos y las carpetas en el disco duro están claramente estructurados, la tarjeta en el smartphone o la cámara digital están vacías, las estaciones de televisión están ordenadas de acuerdo a un claro esquema: cuando se trata del orden interno, muchos usuarios llegan hasta la pedantería. Pero otra cosa es la limpieza exterior. El monitor está lleno de huellas digitales, el teclado esconde las migas del último desayuno y el polvo llena los bordes de la laca del piano.

En especial un fotógrafo aficionado debe tener mucho tino en la limpieza de su instrumento. “Toda cámara es un complejo aparato técnico con cristales, contactos sensibles y electrónica”, dice Constanze Clauss, portavoz de la industria fotográfica alemana. Un error en la limpieza puede conducir a un desastre total. Del mismo modo, algo que muchos desconocen: el usar un pañuelo de papel para limpiar el objetivo es la peor opción, porque las partículas de madera que contiene pueden rayar las lentes. Igualmente inadecuado es el uso del borde de la camiseta, que puede estar lleno de sal y partículas de caspa.

Por el contrario, la especialista aconseja el uso de un pequeño fuelle de bolsillo para soplar las partículas depositadas en el objetivo. Advierte también contra el uso de botellas de aire comprimido, que son demasiado potentes para ese objeto. Otra cosa es cuando, en cámaras de objetivo intercambiable, se ensucia el delicado sensor. Esto se nota cuando aparecen fallos en las imágenes pese a haber limpiado cuidadosamente el objetivo. “En caso de dudas, yo dejaría esto más bien en manos de un especialista”, dice Clauss. Las tiendas de fotografía limpian el interior de la cámara en su propio taller o la envían a un experto.

Más fácil resulta, por el contrario, la limpieza de un televisor o de un smartphone cuyo monitor está protegido por un cristal. “No creo que sea un problema limpiar en este caso la pantalla con un paño húmedo”, dice el especialista alemán Bernhard Finkbeiner. Quien no esté seguro de si la pantalla está protegida por un cristal, lo hallará en el manual del usuario.

Si la pantalla – tal como es común en monitores de computadora – carece de un cristal protector, hay en el comercio líquidos limpiadores que dan excelentes resultados. En todo caso, hay que aplicar adecuadamente tales medios. Lo importante es que el líquido sea aplicado primero sobre un paño libre de motas y no directamente sobre el televisor o el monitor de la computadora. De lo contrario, el detergente puede penetrar a través de grietas en el interior del aparato. Además, la pantalla en cuestión deberá ser desconectada previamente para que se enfríe antes de hacer la limpieza.

Pero el polvo no se acumula sólo en el monitor, sino también entre las teclas del teclado, o bien puede penetrar a través de las aberturas de ventilación en la caja del ordenador. En tales casos, el polvo ya no es un problema estético sino que, por el contrario, hace que el aire caliente se acumule en el interior del PC, pudiendo llegar a ocasionar un colapso por recalentamiento.

Aquí, la herramienta ideal es simplemente una aspiradora de polvo, en lo posible provista de una boquilla. Mejor aún es abrir la tapa posterior de la computadora y aspirar el polvo acumulado en su interior, en los ventiladores, en las rejillas de refrigeración de los chips y en las aberturas de ventilación. Todo ello puede hacerse sin necesidad de conocimientos técnicos: basta con quitar los tornillos que fijan la tapa trasera de la máquina.

Para la limpieza del teclado de un teléfono móvil se recomienda, si es posible, desarmar el aparato y quitar el polvo con aire comprimido, tal como una cámara.

En todo caso, vale aquí el consejo para todos los aparatos técnicos: lo mejor es prevenir en lugar de limpiar. Un filtro UV, por ejemplo, no solo filtra la luz sino que protege también el objetivo de una cámara contra el polvo. El filtro cuesta en sí mucho menos dinero que el objetivo mismo, advierten los especialistas.

Para los monitores de smartphones o cámaras hay películas que protegen del polvo sin limitar la sensibilidad de las pantallas táctiles. Y, si se quiere proteger a largo plazo superficies que atraen el polvo como magnetos – la laca de un piano, por ejemplo -, se debe usar limpiadores con efecto antiestático. Pese a que estos medios tienen un efecto notable, también se obtienen los mismos resultados con paños húmedos para bebés. En todo caso no hay que esperar maravillas. “A largo plazo, ni siquiera el mejor limpiador aleja el polvo”, dice Finkbeiner. (DPA)

Por Tobias Hanraths


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