Una Corrida con historia que derivó en fiesta nacional

Un viaje, una contingencia, una charla. A partir de esos elementos y un puñado de matices se gestó la hoy popular Corrida de Cipolletti. El año 1985 estaba en su ocaso; Sumo pateaba el tablero del rock criollo con su debut discográfico Divididos por la Felicidad y los argentinos se familiarizaban con el Austral; la nueva moneda argentina.

En uno de los innumerables viajes que unen Córdoba con Cipolletti coincidieron Diego Zarba y Pedro Dobrée. El primero emigraba de la Docta en busca de nuevos horizontes, el segundo era el presidente del Concejo Municipal de Cipolletti. Zarba, sin saberlo, hablaba con su futuro jefe y le contaba, con mucho entusiasmo, la idea de crear una actividad deportiva que identifique a Cipolletti. Meses más tarde, en febrero de 1986, la ciudad de las manzanas, con unos 70 atletas, iniciaba un camino ininterrumpido hasta hoy. Con un crecimiento tan importante que se convirtió en la competencia de calle más importante de la Patagonia.

“Ya en la primera Corrida se observó un buen recibimiento de la gente. Había muchas personas en las calles, pero nunca me imaginé que sería lo que es hoy”, recuerda Dobrée con orgullo. La mitología de la competencia sostiene que Zarba hablaba de una cabina de teléfono en la vía pública para convocar corredores. “Llamábamos a los corredores desde una cabina”, contó miles de veces Zarba recordando la primera carrera que atravesaba la avenida Alem. Hoy el número de corredores alcanza los 15.000 ampliamente y los mejores atletas llegan a Cipolletti en busca del podio y la gloria.

En marzo pasado La Corrida cumplió 31 años de vida y sigue creciendo. “Esto es de la gente. No se puede parar”, reconoció Aníbal Iachetti, el ahora director de Deportes municipal. De la identificación de los cipoleños con la prueba de calle nació la Fiesta de la Actividad Física, un símbolo de la ciudad.

En 1990 Tranquilino Valenzuela fue el primer atleta regional en quedarse con el N° 1 . En la quinta edición de la competencia el neuquino, y después de tres podios en las primeras cuatro ediciones, cruzó primero la línea final. Cinco años más tarde, en 1995, volvió a dar cátedra sobre la avenida Alem al recorrer los 12 kilómetros en 35 minutos 59 segundos. César Gómez de Junín, fue el primer ganador y el más veloz en la distancia de los 9200 metros que duró hasta 1991 cuando comenzó a correrse 12 kilómetros. Ahora la competencia es correr 10 kilómetros. Otro de los regionales destacado fue Javier Carriqueo.

Historia y crecimiento

1986

fue el año de la primera edición de la Corrida de Cipolletti. En marzo último cumplió 31 años.

70

corredores participaron de aquella primera vez, pero el entusiasmo fue inmediato.

15.000

corredores llegan actualmente a Cipolletti para intervenir en la prueba y los mejores atletas vienen en busca de podio y reconocimiento.