Una escuela refaccionada hace poco tiene los techos destruidos

En la Laboral de Allen tuvieron que suspender las clases

ALLEN (AA).- Las autoridades de la Escuela Laboral Nº 3 de Allen se vieron obligadas a suspender las clases hasta nuevo aviso. La medida fue adoptada debido al avanzado estado de deterioro del techo del establecimiento. Durante los últimos días de intensa lluvia, las goteras se multiplicaron y el agua anegó el funcionamiento de las aulas taller. Lo llamativo del caso es que el edificio fue refaccionado y entregado por el CPE en marzo del 2008 y pocos meses después se desencadenó una catarata de fallas estructurales.

La Escuela Laboral de Allen pareciera estar condenada al reclamo. Luego aguardar largos años por dictar su enseñanza en instalaciones propias, continúa enfrentando serios problemas. En marzo del año pasado el CPE entregó a la institución un edificio situado sobre la calle Mariani en donde antiguamente funcionaba el colegio Agroindustrial.

Una empresa constructora de la localidad acondicionó las instalaciones, pero a pocos meses de la inauguración comenzaron a aparecer las deficiencias edilicias. Al parecer, los trabajos realizados fueron algo así como una rápida «lavada de cara» para que la institución pueda comenzar el ciclo lectivo.

Ayer y desde la dirección de la Escuela Laboral, se tuvo que suspender la actividad debido a que las múltiples goteras que existen en el techo inundaron las aulas taller. El agua se filtró por todos lados. Las aulas de carpintería y cocina quedaron anegadas por las goteras, mientras que en el sector de cerámica el agua ingresó por una rejilla que está ubicada en el piso. En síntesis, las goteras son una complicación común en casi todas las áreas de la Escuela Laboral.

El gran inconveniente reside en que las aulas taller cuentan con diversas maquinarias eléctricas que de ninguna manera pueden estar en contacto con el agua. En caso contrario, la peligrosidad sería extrema para docentes y alumnos. «Apenas empezamos la actividad y después de las primeras lluvias del año pasado realizamos por nota los pedidos de reparación a las autoridades de Educación. Sólo en una oportunidad se colocó una membrana en el techo que por lo visto no alcanza», destacó la vicedirectora de la Escuela Laboral, Roxana Bazán.

El 25 de mayo del año pasado y para el aniversario de Allen, un grupo integrantes de la Escuela Laboral, se reunió con el ministro de Educación, César Barbeito, para plantearle el inconveniente que por ese entonces ya jaqueaba el funcionamiento de la institución. «Barbeito nos prometió que en julio del año pasado – en el periodo de vacaciones – se iba a reparar el techo, pero ya pasó un año y estamos con el mismo problema», agregó Bazán.

Las goteras en el techo no son las únicas fallas que presenta la Escuela Laboral. Según expresó la vicedirectora la capacidad de almacenamiento de los tanques de agua es insuficiente.


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