Una fría campaña mantiene tranquilo a Chávez

El presidente de Venezuela, activo en la propaganda.

CARACAS (AFP/ DPA) -La promocionada «batalla electoral» por el plebiscito del 15 de agosto en Venezuela ha decepcionado a más de un observador. Pese a la conflictiva polarización entre los seguidores del presidente Hugo Chávez y sus adversarios, la campaña electoral ha sido más bien fría, sin grandes actos ni muchedumbres en las calles.

Durante todo julio, la campaña se concentró en recintos cerrados y caravanas de vehículos en Caracas y ciudades del interior, con un Chávez hiperactivo, organizando personalmente a sus huestes, y una oposición cautelosa, dedicada, sobre todo, a asegurar un acuerdo de unidad ante la ausencia de un líder y a preparar la fiscalización del voto.

Aunque el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, muestra tranquilidad en torno a su permanencia en el poder, arreció los llamados a sus partidarios para que trabajen de sol a sol en la campaña proselitista, cuando faltan 13 días para el referéndum revocatorio del mandato.

Los frutos de las exhortaciones del mandatario y el uso de los recursos del Estado se han reflejado en las grandes ciudades, donde los carteles y grafittis del «no», que pregona la permanencia de Chávez, tienen una presencia abrumadora, en proporción de tres a una sobre el «sí».

El esfuerzo del oficialismo se ha notado en las encuestas. Los sondeos de opinión pública han reflejado un repunte en la aceptación del mandatario -aunque la oposición afirma que la opción por el «sí» está adelante-, apuntalado en los planes sociales que ha puesto en marcha, con créditos a granel, las promesas de mejoras en la calidad de vida de los más pobres y movilizaciones multitudinarias. La disparidad en las encuestas (algunas de firmas estadounidenses dan ganador al «no») ha sido motivo de discusión entre los analistas. «La oposición está entrando en un desespero», dijo el domingo en su programa de radio «Aló presidente» .Pero Chávez advirtió a sus partidarios que el juego «no está ganado todavía» y por ello los instó a continuar la campaña por su permanencia.

Chávez ha mantenido como elemento central la soberanía venezolana y su rechazo al presidente de Estados Unidos, George Bush, a quien acusa de conspirar en su contra. Además, anunció medidas como un aumento del 10% del salario mínimo, que ya trepó 20% en mayo.

 

Ven trampas electorales

 

Por su lado, la oposición ha tenido que dedicar la mayor parte de la campaña a negociar condiciones con el Consejo Nacional Electoral (CNE), con el temor de que algunas decisiones del órgano reduzcan la votación a favor del «sí». Los reclamos de la oposición pasan por las garantías para que los observadores internacionales puedan realizar su trabajo, el voto de los venezolanos en el exterior, las recientes denuncias de que cientos de miles de electores fueron cambiados de sus centros de votación si haberlo autorizado y la amenaza de suspender los comicios si hay una falla masiva en el sistema .

Los analistas sostienen que debido a que la oposición ha tenido que lidiar con las normas impuesta por el CNE tuvo que descuidar la campaña por el «sí», alegando que la mayoría de venezolanos ya tienen decidido su voto. El líder de la oposición y gobernador del estado de Miranda, Enrique Mendoza, dijo que el «sí» arrancó con una base de 4,7 millones de partidarios, que son los venezolanos que en varias oportunidades firmaron contra Chávez. «La clave de la victoria, antes que en la publicidad, está en la organización y eso nos sobra. Estoy seguro que la inmensa mayoría quiere un cambio, la gente no es masoquista y quiere salir de este túnel oscuro», afirmó.

Mientras, los negociadores de la oposición en el CNE ven con nerviosismo cómo avanza la cuenta regresiva para la consulta y el ente electoral tiene cosas por resolver como el plan de contingencia para la votación.

El portavoz del equipo negociador, Alberto Quirós, reiteró que se «debe garantizar una votación con boletas impresas en caso de una falla del sistema» porque si no se viola el derecho al voto. «Se gastan 60 millones de dólares en unas máquinas que no sirven y no se quieren gastar un millón más en papel», aseveró.

Música a favor y en contra

CARACAS (DPA) – La campaña proselitista hacia el referéndum contra el presidente Hugo Chávez tuvo su «batalla» musical, con simpatizantes y opositores del mandatario gritando sus consignas y disfrutando de conciertos por separado en esta capita Esta vez las concentraciones a favor y en contra de Chávez no dejaron heridos y se prolongaron hasta la medianoche del domingo, mientras la gente bailaba de un extremo a otro de la capital.

Los simpatizantes del gobierno disfrutaron de la música en el paseo «Los Próceres», una zona militar en el suroeste de la ciudad, mientras que los de la oposición bailaron y cantaron en un sector residencial del este caraqueño.

Por un lado, el oficialismo trajo de invitado al cantautor cubano Silvio Rodríguez, la orquesta Aragón y grupos folclóricos locales, en tanto que la oposición se reforzó con la sugerente música de los «Amigos Invisibles».

Los conciertos animaron en otro tono la campaña proselitista con miras a las votaciones del 15 de agosto, que se ha caracterizado por duros ataques verbales de un lado a otro. Ambas reuniones fueron multitudinarias, pero no dejaron de lado el factor político, ya que de un lado había pancartas a favor del «no», que plantea la continuidad de Chávez, y por el otro ondearon símbolos por el «sí», llamando a votar por un cambio.


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