Una mujer asesinó a cinco pequeños hijos mientras dormían

HORROR EN CHOELE CHOEL

CHOELE CHOEL (AVM).- Uno de los homicidios múltiples más grandes de la provincia, ocurrió ayer en Choele Choel y conmocionó a todo el país.

Cinco hermanitos, uno de ellos de dos meses, dos mellizos de dos años, otro de cuatro y el restante de ocho, fueron asesinados por su madre, mientras que una pequeña de nueve años logró escapar al cuadro de terror y locura y avisar a los vecinos.

Las víctimas fueron muertas por asfixia mientras dormían, según confirmaron las autopsias finalizadas al filo de la medianoche en Roca.

Junto a los cuerpitos sin vida, estaba la madre de los chicos, sentada en una silla, con la vista perdida y sin emitir una sola palabra.

Karina Giles, la madre, que fue detenida, había estado bajo tratamiento psiquiátrico, aunque algunos aseguraban que tras dar a luz al último bebé, le suspendieron los medicamentos y le dieron el alta médica. Sin embargo, desde el hospital de Choele Choel se indicó que seguía bajo tratamiento.

Además de la nena de nueve años que logró escapar, la mujer era madre de una adolescente de 15, quien también se salvó ya que no vivía en la casa donde ocurrió la tragedia y a esa hora -las 10 de la mañana- se encontraba en la escuela.

El marido de la mujer, y padre de los niños, es un trabajador rural que al momento de los hechos estaba realizando tareas en el campo. Anoche había sido medicado por la fuerte crisis emocional, y además tenía custodia policial porque en varias oportunidades dijo que se quería quitar la vida. .

Mientras se conocían los primeros detalles, se disponían distintas medidas judiciales para determinar cómo sucedieron lo hechos en la humilde casa de Pacheco y De la Libertad.

La tragedia se desencadenó ayer por la mañana, y quien alertó a los vecinos fue Yamila Merino, la nena de 9 años. La pequeña se despertó y encontró un cuadro dantesco. En una cama de dos plazas, estaban los cadáveres de sus cinco hermanos varones, mientras su madre, que no reaccionaba, miraba el piso sentada en una silla.

La nena salió corriendo por la vereda gritando «mi mamá está matando a mis hermanos».

En su alocada carrera fue interceptada por una vecina, propietaria de un quiosco cercano, quien le preguntó qué le pasaba. Allí la nena le relató lo que sucedía. Desesperadas, llamaron a la policía tratando de evitar lo que ya era inevitable.

En un principio las versiones eran confusas y la primera hipótesis era que había ocurrido un accidente doméstico, ya que algunos investigadores se inclinaban por un escape de gas.

Pero con el correr de los minutos, los uniformados descubrieron que se trataba de un homicidio múltiple, ocurrido en la precaria vivienda ubicada a escasas dos cuadras de pleno centro de la ciudad.

Cuando los uniformados llegaron se encontraron con una pequeña antesala. Allí estaba Karina Giles, de 32 años, quien permanecía sentada.

Al ingresar a uno de los dos dormitorios, los agentes vieron a los nenes acostados boca abajo, y tapados con frazadas. Pero al tratar de despertarlos chocaron con la realidad: los pequeños estaban muertos.

En la cama estaban Gabriel, de apenas dos meses; Diego y Juan Alberto, mellizos de dos años; Fermín de 4 y Nicolás, que había cumplido 8 años.

Rápidamente se montó un operativo pocas veces visto en la ciudad. Policías, médicos y funcionarios judiciales, confluyeron en el sitio de la tragedia. Además de decenas de vecinos que no daban crédito a las versiones de

los crímenes de los niños.

En el lugar, pocos de los asistentes pudieron ocultar el dolor por la masacre. Una de las primeras imágenes fue de especial crudeza: en el patio de tierra de la vivienda, arrodillado y con las manos en la cara, un policía llo

raba por la muerte de los chicos, sin ocultar su impotencia por lo sucedido.

«Los policías constataron que había pruebas de que habían muerto asfixiados contra las frazadas, con las manos» así lo mencionó una alta fuente policial, poco tiempo después.

A la par, una de las hipótesis que manejaban los investigadores era que Giles podría haber dormido con algún psicofármaco a los nenes, antes de asfixiarlos, pero luego eso se desmintió tras la autopsia.

El juez Guillermo Moyano, a cargo de la causa, ordenó el secuestro de distintos elementos en la casa. Y aunque se mostró cauteloso «por estar la causa bajo secreto de sumario», señaló que entre lo secuestrado había varias botellas con distintos líquidos.

Tras varias diligencias, Karina Giles fue trasladada al hospital donde permaneció por varias horas, con agentes del ser- vicio de atención mental. Pero allí se mostró en silencio, como ajena a la realidad.

Más tarde, Moyano anunció que Karina Giles estaba detenida y siendo sometida a distintas pericias psiquiátricas, para determinar si fue consciente de sus actos. Posteriormente, fue trasladada a la comisaría Octava donde permanecía detenida.

En la escuela primaria Nº 236 del barrio Almafuerte, a la que asistía el más grande de los niños, se decretó el asueto al igual que en el jardín integrado Nº 40. Las maestras de los nenes no pudieron ocultar el dolor, y una de ellas tuvo que ser asistida por sufrir una crisis nerviosa. Mientras, sus compañeras buscaban explicación con los ojos llenos de lágrimas.

En el entorno, todos hablan de Karina Giles como una mujer normal, sin antecedentes de violencia familiar.

En tanto, un primo de la mujer sostuvo que Karina había tenido antecedentes de crisis psiquiátricas en otro lugar de la provincia, y que por eso se dispuso su traslado a Choele Choel.

Si bien descartó que haya existido violencia con los nenes anteriormente, sí sostuvo que en algún momento intentó quitarse la vida.

CHOELE CHOEL (AVM).- Ante la indignación de los vecinos, varios uniformados se apostaron fuera de la comisaría y la alcaidía de Choele Choel.

Las fuentes policiales sostuvieron que se tomó esa determinación en virtud de evitar represalias contra la mujer que ayer asesinó a cinco de sus siete hijos.

Los agentes estaban apostados en distintos sitios de la cuadra donde están emplazados ambos edificios policiales.

«Para que no se torne un hecho social, y para que la gente no tome justicia por sus propias manos. Para resguardar la integridad física de la detenida, hemos dispuesto custodia en las inmediaciones del destacamento policial y de la casa donde sucedieron los hechos», afirmó el comisario Alberto López.

Agregó además que Karina Giles aún no había declarado ante el juez Guillermo Moyano, medida que podría intentar hoy el magistrado.

A la par, el enojo de la gente fue creciendo al ritmo de los distintos rumores que circulaban en la localidad.

Muchos vecinos mencionaron que la mujer acuchilló a los chicos para matarlos, cuestión que fue descartada de plano por fuentes policiales y judiciales.

Un oficial dijo que no había en la vivienda san-gre, ni tampoco indicios de que se hubieran utilizado en el crimen armas blancas.

Notas asociadas: El hecho se suma a la lista En el hospital dicen que estaba medicada y bajo seguimiento Uno de los chiquitos fue maniatado antes de morir El padre de los chicos llegó al lugar al mediodía Situaciones extremas: ¿cómo rompen con la realidad? Infograma: Dónde sucedió el hecho  

Notas asociadas: El hecho se suma a la lista En el hospital dicen que estaba medicada y bajo seguimiento Uno de los chiquitos fue maniatado antes de morir El padre de los chicos llegó al lugar al mediodía Situaciones extremas: ¿cómo rompen con la realidad? Infograma: Dónde sucedió el hecho  


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