Una muletilla y la joven que quería salir
«Todo bárbaro». El presidente Néstor Kirchner respondió con un escueto «todo bárbaro» cuando se le preguntó sobre el resultado de la reunión a solas que mantuvo con su par de Chile, Michelle Bachelet. En otro de sus tradicionales quiebres al protocolo, Kirchner se acercó a la vereda para saludar a los simpatizantes que se acercaron a la sede de la bodega Trivento, en Maipú. En la accidentada recorrida, donde debió saltar un pozo y sortear cámaras y periodistas, el presidente repitió como una muletilla «todo bárbaro» cada vez que la prensa le reclamó precisiones sobre el encuentro con Bachelet.
La chica de la foto. «Yo no salgo», se desesperó Soledad Buenanueva, empleada administrativa de la bodega Trivento, cuando el fotógrafo presidencial se aprestaba a disparar y descubría que, a pesar de sus esfuerzos, quedaba afuera del cuadro. La foto marcaba el final de la recorrida que, a través de las instalaciones de la bodega, encabezaron los presidentes. Enólogos, administrativos, obreros y directivos se habían acomodado en torno a los mandatarios para retratar la visita en una imagen grupal. Pero Buenanueva temió quedar afuera y lanzó el gritó. «Yo no salgo», dijo a viva voz y Kirchner se dio vuelta. «Vení», le respondió el presidente y la empleada, con las mejillas encendidas, se acercó tímidamente. Así fue como el presidente le ofreció ubicarse a su lado y el fotógrafo finalmente disparó. (DyN)
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