NEUQUEN (AN).- Anoche explotó el Ruca Che con mucho más de cuatro mil almas consumiéndose al fuego de la Bersuit. Los adultos que por obligación o placer acompañaron a los chiquilines, se unieron con adolescentes y jóvenes, en una rara mezcla que vivió con fervor esa otra mixtura que son los ritmos y las letras de la banda. Se bailaron y cantaron todo, candombe o flamenco, cumbias y rocanrol. Alegría y calor.
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