Una multitud presenció la victoria de Rácing

Si el lema era «Vamos a ver a Rácing» -como titulaba la tapa de la sección Deportes de la edición de ayer de «Río Negro»-, eso se cumplió a rajatabla en este partido amistoso que anoche la «Academia» le ganó a Cipolletti por 3 a 1.

Una multitud, como hacía rato no se veía en el estadio albinegro, se dio cita esta vez. Si el partido era amistoso, poco importaba. Estaba Rácing -un grande con historia de éxitos y desencuentros encima- pero con chapa suficiente para convertirse en un muy buen imán. Y el local, Cipolletti, como protagonista para nada excluyente.

Entonces, el marco era el esperado. O más que eso. Una formidable concurrencia, algo atípico en estos tiempos del fútbol zonal. Pero, indudablemente, con la respuesta que se deseaba de la gente, que de este modo fue a ver a Rácing y al mismo tiempo apoyar al club local, porque dejó en boleterías una recaudación que satisfizo con creces las expectativas. La organización aguardaba unas 4.500 personas, pero los cálculos de asistencia elevaron considerablemente esa cifra.

En una palabra, el esfuerzo de armar un espectáculo de nivel valió la pena. Y es el espaldarazo para la dirigencia que se atrevió a este desafío.

A la hora señalada, o casi veinte minutos después, la pelota empezó a rodar. La atracción se situó en un partido que se hizo movidito de entrada. Y no falto de emociones, porque Bustos hizo estallar a la parcialidad cuando anotó a los 15. Pero el entusiasmo duró poco. Los hombres de Rácing «se pusieron las pilas» y Liendo igualó a los 19, desnivelando Monserrat a los 26 cuando resolvió muy bien tras un certero pase de Delgado -lo mejor del conjunto visitante-, para aumentar el mismo «Diablo» seis minutos después, luego de otra asistencia del «Chelo».

En el segundo tiempo, el nivel bajó un poco. Cipolletti tuvo un par de oportunidades -un cabezazo de Celani y otro de Sánchez que conjuró el golero Pezutti-, pero del otro lado la presencia inquietante de Delgado fue el arma amenazante, si bien Amaya le negó dos veces el gol. El local pudo haber achicado a los 75, pero el golero visitante le atajó el penal a Bustos, en un partido al que ya sólo le faltaba el gol de Delgado como premio a su trabajo que llegó casi en el momento en que ya caía el telón, en medio del aplauso de toda la gente.

Las tribunas como en épocas de oro

Un gentío, en serio. Las tribunas del estadio de Cipolletti se llenaron como en los viejos tiempos en que el equipo local se erigía en gran protagonista en los torneos de fuste.

Es que la venida de Rácing justificó todo y no importó que fuera de noche y entre semana. La gente dio su apoyo, algo que se presentía en la venta anticipada de localidades como en las largas colas de anoche frente a las boleterías.

A la hora de precisar numéricamente la concurrencia, la cosa fue variada. Y, sirva como ejemplo, los cálculos de medios radiales: 8.000 (LU-5 ), 8.000 (LU-19), 7.500 (FM Creciendo), 5.700 (FM Récord) y 5.500 (FM Galas). Para «Río Negro», entre 6.500/6.700, cifra con la que coincidía el ex presidente albinegro Néstor García, de buen «ojo» para estas cosas.

Los «Stones»: Una de las dos barras «fuertes» que tiene Rácing, la que se denomina como los «Stones», no faltó a esta cita. Fueron unos 25 hinchas que llegaron por sus propios medios -una combi y dos autos-, pero se instalaron en el mismo hotel del equipo. Ya en la cancha, desplegaron una de sus habituales y distintivas banderas con las que adornan habitualmente el estadio académico.

Mucho movimiento: Una hora antes que llegara la delegación ya se observaban en las inmediaciones del hotel en donde se hospedaría la delegación a grupos de simpatizantes merodeando por el lugar. Cuando arribó el micro con el plantel racinguista, los aplausos aparecieron espontáneos al grito de «la Acade…la Acade…» que fue respondido por los jugadores quienes accedieron a sacarse algunas fotos al paso, pero evitaron en todo momento formular declaraciones.

Sin camisetas: La «Racingmanía» se desató en Cipolletti. Fue común ver a gente vistiendo orgullosamente la casaca albiceleste en el centro de la ciudad. En este sentido los vendedor,es estuvieron de parabienes.

Ghiso no sabe nada

Mientras en los medios periodísticos de Mendoza se insiste en que Jorge Ghiso sería el reemplazante del tambaleante técnico de Independiente Rivadavia, Pablo Comelles, el entrenador albinegro negó algún que alguien le haya hecho alguna oferta al respecto.

En realidad, hace casi un mes que el nombre de Ghiso suena como el futuro técnico de la «lepra» pero también es cierto que mientras continúe Comelles, es difícil que se produzca alguna definición.

Según los periodistas mendocinos, Comelles tiene un pie y medio afuera de Independiente y su permanencia dependería del partido con Gimnasia de Entre Ríos.