Una nena casi se quema viva en un jardín de infantes

La pequeña pasó cerca de un calefactor en mal estado y se prendió fuego. Ocurrió en el Parque Industrial de Neuquén. La chica está bien. Pero los padres reclaman mayor seguridad.

NEUQUEN (AN).- Una nena de cuatro años casi se quema viva al pasar cerca del calefactor de su salita de jardín de infantes que funcionaba mal desde hace tiempo. Los padres reclaman que se brinden las condiciones mínimas de seguridad antes de volver a llevar a sus pequeños a clase.

El hecho ocurrió el miércoles último en el jardín 17 del barrio Parque Industrial de esta capital. A la hora de salida, los niños estaban ordenando sus útiles cuando una pequeña pasó cerca de un calefactor al que le falta el vidrio de seguridad y cuya llama sobresalía unos cinco centímetros.

El guardapolvo, el buzo y las trenzas de la nenita se prendieron fuego casi instantáneamente. La niña fue socorrida por su maestra y los padres que estaban retirando a sus hijos.

Gracias a la rápida reacción de los presentes no ocurrió una tragedia. Pero todos los que estaban en la salita azul ese día aún conservan en su mente la aterradora imagen.

Los calefactores con que cuenta la institución tienen 16 años y los técnicos de la empresa contratada por Obras Públicas para limpiarlos dicen que «ya no dan más» pero desde la provincia no piensan cambiar más que los mecheros porque «no hay presupuesto», dijeron voceros de la comunidad educativa de ese establecimiento.

Las autoridades y docentes del jardín de infantes se mostraron indignados por la poca preocupación de los funcionarios de Obras Públicas y de Educación que restaron importancia al episodio diciendo que «un accidente en los 16 años que tiene el jardín no es para hacer tanto escándalo, además a la nena no le pasó nada», recordaron ayer.

«Nos dicen que fue una accidente pero esto se podía prevenir», se quejó una docente y agregó: «no nos habíamos dado cuenta antes porque el calefactor estaba en piloto. El problema pasó cuando lo subimos a uno, si lo ponemos al máximo se prende fuego todo».

Los padres, desesperados, piden que al menos se pongan rejas alrededor de los peligrosos artefactos. Esa protección para todo el jardín costaría 200 pesos.

El viejo sistema de calefacción incluye un calefactor de hierro -material que rápidamente se recalienta- en cada aula, con caños que van por fuera de la pared y ubicados cerca de las ventanas, lo que aumenta el peligro de incendio.

Los responsables de la institución reconocen haber cometido el error de no denunciar cada vez que se quemaban útiles, ropa o mochilas de los pequeños por las altas temperaturas que alcanzan los artefactos pero se niegan a seguir trabajando en esas condiciones porque «es arriesgar la vida de los chicos».

La instalación eléctrica tampoco es la que corresponde para un establecimiento escolar. No hay disyuntor y los enchufes están a la altura de los chicos y sin protección. Una portera sufrió una descarga eléctrica la semana pasada al intentar prender la luz. Ayer los padres decidieron en asamblea esperar hasta el lunes próximo a que los técnicos de Obras Públicas les den una solución. Pero en caso de no tener una respuesta decidieron no llevar a sus hijos al jardín. La maestra de la pequeña que se prendió fuego se preguntó «¿Habilitarían un jardín privado en estas condiciones?». Enojada por la negativa a los pedidos de arreglos bajo el argumento de «falta de presupuesto», la docente dijo que «para ellos la vida de un chico no vale ni 200 pesos».


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