Una nena de 11 años fue al quiosco y la asaltaron

Le pusieron un arma en la cabeza, le robaron el celular y dos pesos

El hecho ocurrió en una zona comercial del oeste de la ciudad. Un adolescente de 16 años también sufrió un despojo.

NEUQUÉN (AN).- Una nena de 11 años que salía de un quiosco fue abordada por dos sujetos que le pusieron un arma de fuego en la cabeza y le robaron dos pesos y el celular. Otro adolescente de 16 que salió del comercio detrás de ella también fue asaltado por los individuos, que luego desaparecieron. Hasta anoche no había detenidos. El hecho se produjo el miércoles alrededor de las 18:15 en la esquina de Godoy y Marín, en el barrio Gran Neuquén Sur. Es una zona transitada del oeste neuquino, además del quiosco hay un supermercado y muy cerca está el hospital Horacio Heller. Ana, la madre de la nena de 11 años, relató a la radio LU5 que su hija Ariadna había ido a comprar caramelos al quiosco “que queda a dos cuadras de casa”. Señaló que en la calle Godoy suele haber policías, pero cuando la nena salió del comercio “no había ninguno. Como siempre pasa, nadie vio nada ni escuchó nada”. Dos jóvenes, que según la víctima tendrían 20 años, “se le aparecieron de atrás. Uno le metió la mano en el bolsillo y el otro le puso el arma en la cabeza y le dijo que si gritaba la hacían boleta”, agregó la mujer. La nena se quedó quieta y con la cabeza gacha. Lo único que le pudieron robar fueron dos pesos del vuelto de los caramelos y su teléfono celular. Ana contó que “atrás salió un chico de 16 años y también le robaron el celular”. Luego escaparon. En esos momentos la hermana mayor de Ariadna pasó por allí rumbo a su clase de educación física, la vio llorando y le prestó auxilio. Ante la falta de policías en la calle se cruzaron hasta el supermercado y le pidieron ayuda al custodio, quien dio aviso a la comisaría. Para cuando llegó el patrullero los asaltantes ya habían desaparecido. Ana dijo que en la comisaría 18 le explicaron que por la descripción que hizo Ariadna del arma, se trataría de una tumbera, un arma de fuego de fabricación casera. “Nos dijeron que podía ser de juguete o no, estar cargada o no, pero el susto lo llevamos igual”, agregó la mujer. También indicó que “en la comisaría nos trataron muy bien” pero “la cuestión es que ahora no podemos ni salir al quiosco”. “Yo lo puedo contar, no la estoy llorando a mi hija. Sigue yendo a la escuela, está nerviosa, asustada, pasamos la noche así, pero la vida continúa y yo por supuesto estoy atenta a lo que le pueda pasar”, señaló Ana.


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