Una patota se «adueñó» del barrio El Porvenir

Una seguidilla de robos ocurridos en las últimas semanas, con características similares, y en la que principalmente fueron víctimas comerciantes de la localidad, impuso una sensación de inseguridad generalizada en Huergo, donde sus vecinos viven con preocupación y atemorizados de ser la próxima víctima.

Todos los casos ocurrieron durante la noche, con sujetos armados que actúan con sus rostros semicubiertos. El primero sucedió hace casi tres semanas en una rotisería céntrica, siguió el robo a dos hombres que caminaban por la calle, luego hace dos semanas el atraco a la agencia de El Valle, y hace poco menos de una semana el robo al propietario de una parrilla ubicada sobre la ruta 22 en el acceso oeste a esta localidad.

A esto se suma la preocupación por hechos de violencia que ocurren entre grupos de jóvenes, que ya arrojó como resultado algunos menores heridos, quienes tuvieron que ser hospitalizados.

Las sospechas de los vecinos están dirigidas a que los autores son de la misma localidad, más puntualmente un grupo de menores que reside en el barrio El Porvenir, quienes viven en permanente conflicto con la ley.

La preocupación mayor de los vecinos es por el grado de inseguridad con la que se comenzó a vivir, teniendo en cuenta que sobre el grupo que se sospecha, todos son menores de edad que en caso de ser detenidos en pocas horas recuperan su libertad, a pesar de haber actuado con armas de fuego.

La inseguridad y la sensación de que este grupo de jóvenes actúa con total impunidad, ha llevado en varios casos a que algunos comerciantes que se habían asentado en el barrio El Porvenir, cerraran sus puertas.

También se pudo saber que algunos de los comerciantes que fueron víctimas de los robos en estas últimas semanas también están pensando en cerrar las puertas

ante el temor de volver a ser víctimas de los asaltos.

«Hace poco más de un año se armó una revuelta muy grande con los vecinos, cansados de esta patota. Casi todo el barrio salió a la calle y quiso prender fuego la casa del pibe que es cabecilla de esta bandita. Todo terminó con los pibes demorados y entregados horas más tarde a sus padres, y la situación siguió igual, o mejor dicho empeoró», comentó un vecino del barrio El Porvenir, que como otros, pidió no ser identificado por temor al accionar de este grupo.

«Digo que peor porque antes tiraban piedras a los techos, una vez robaron todo del interior de un auto estacionado, le robaban algún pibe en la calle por apretarlo nomás. Pero ahora andan armados. Si no pasó nada antes, ahora va a ser peor» agregó el hombre.

Precisamente cuando en marzo del año pasado se registró la revuelta en el barrio, a través de distintas entidades se trató de hacer un seguimiento de los jóvenes que integran el grupo. Pero los resultados fueron un fracaso, y nunca se intentó un seguimiento a través de grupos de psicólogos y asistentes sociales.

«Hace algunos meses uno de los pibes de la banda de El Porvenir fue atacado por otro grupo, y lo lastimaron con un

cuchillo. Ese pibe terminó internado; ahora hace poco el cabecilla de este grupo también fue atacado, lo golpearon bastante. Así que todos están esperando cuando se va a dar la venganza», comentó otro vecino.

Por su lado algunos comerciantes de la localidad indicaron que «es muy preocupante lo que está ocurriendo; es un grupo armado, pueden matar a cualquiera, son menores y si los detienen a las pocas horas salen de la comisaría».

La inquietud con la que se está viviendo a raíz de esta inseguridad, llevó a que se convocara a una reunión en la que participaron comerciantes, vecinos, funcionarios municipales y policiales, para mejorar los controles e impedir nuevos robos.

 

PABLO ACCINELLI


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