Una planta textil marca el camino de la reconversión
Se levanta en el Parque Industrial de Neuquén y emplea a más de 100 personas. Fabrica camisas, pantalones y otras prendas para primeras marcas. Y planea seguir creciendo.
NEUQUÉN (AN).- Una planta textil que emplea más de 100 personas, mujeres en su mayoría, fabrica camisas y pantalones de primeras marcas, y ya planea agrandarse, marca el camino de la reconversión económica de Neuquén. La inversión, de 13.000.000 de pesos, se realizó con apoyo estatal.
Textil Neuquén es la empresa que fundó Jorge Huerta, un bahiense que hace 26 años creó desde Neuquén una cadena de ropa de hombre que hoy tiene sucursales hasta en Chile.
Podría decirse que con la planta del Parque Industrial de la ciudad de Neuquén, este comerciante devenido empresario fabril subió un escalón en el ciclo porque de sus instalaciones salen ahora -cortadas, cosidas, lavadas, planchadas y empaquetadas- las prendas que sus cadenas y otras similares venden en el país y el exterior.
Esta fábrica que por estos días está cumpliendo su primer año tiene además un par de confecciones propias: la ropa de la Policía neuquina se hace allí, lo mismo que las prendas marca Nowel.
Amici es la semilla de la que nació Textil Neuquén. La cadena tiene presencia de sobra en Neuquén y Bahía Blanca, de donde es oriundo Huerta, pero también tiene locales en Cipolletti, Allen, Roca, Zapala, Cutral Co, San Martín de los Andes, Bariloche, Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn, Las Grutas, Viedma, Buenos Aires, La Rioja. Y además en las localidades chilenas de Pucón y Temuco.
Huerta tiene 61 años y a los 40 ya tenía su propia casa de ropa en su ciudad. «Neuquén me dio tanto que me sentía en la obligación de devolverle algo», le dijo la semana pasada a «Río Negro» en su despacho de la fábrica, desde donde se puede ver una imagen única en la región, la de un enorme taller, repleto de mujeres y de máquinas que cosen y bordan (algunas tan sofisticadas que cuestan decenas de miles de dólares), lavan y planchan.
La mitad de los 13.000.000 de pesos que precisó el montaje de esta industria, inusual para la zona, fue financiada por el Estado neuquino, a través de su Instituto Autárquico del Desarrollo Productivo (Iadep).
El otro 50% fue aporte propio de Huerta.
Los 100 empleados que tiene fueron seleccionados entre más de 1.000 aspirantes que se capacitaron (a Huerta le gusta recordar que muchas de las que no quedaron compraron máquinas y pusieron su tallercito en casa).
Esencialmente, Textil Neuquén recibe telas y entrega camisas y pantalones listos para la venta.
Fabrica prendas para marcas como Cardón, Timothy Cox (de la que tiene licencia nacional para comercializar), McGregor, Cheeky y está en período de prueba La Martina.
Con emprendimientos de este tipo es posible pensar en una reconversión sostenible de una economía que no puede zafar de la dependencia del petróleo por más que los gobernantes hablan de cambios atados a la emisión de bonos.
Huerta se propone ahora duplicar la producción y la planta de personal.
Las 10.000 prendas que se producen actualmente deberían transformarse en 20.000 porque ese es el tamaño de diseño de la planta.
Para Huerta, las ventajas comparativas que se crearon en el país a partir de la devaluación fueron determinantes para decidir la inversión.
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