Una planta única que recicla el agua

<span style="text-transform:uppercase">Se utilizó por primera vez un módulo de tratamiento móvil, que busca achicar costos y reducir el impacto </span>

La fractura que GyP realizó esta semana en Aguada Federal fue el debut de la primera unidad móvil de tratamiento de agua de fracking, diseñada y fabricada en el país. Con una capacidad para procesar 250 metros cúbicos por día, el aparato es único en su tipo y permite un manejo más amigable con el ambiente de los líquidos que retornan del pozo contaminados por diversos químicos.

La planta móvil fue desarrollada por la empresa Nalco, con base en Neuquén, en conjunto con Falmet. Lo que se busca es poder tratar el agua in situ, lo que facilita su reutilización y favorece la reducción de costos. Esto último aún no pudo lograrse en el caso de GyP porque tiene sólo un pozo perforado. Por ahora, el flowback se llevó a una fractura que está realizando la empresa Total. “El día que tengamos una factoría vamos a poder aprovechar este remanente para nuestras propias operaciones, y ahí sí se va a notar la diferencia”, sostuvo Juan Lucchelli, gerente de Calidad, Medioambiente y Seguridad de la firma estatal.

El agua que sale del pozo se almacena en diez tanques cerrados de 30 metros cúbicos cada uno. Los mismos se conectan a la planta de tratamiento, cuyo proceso es en parte químico y en parte mecánico. En la última fase, se realiza una separación por flotación: el líquido, ya apto para su reutilización industrial, sale por un lado mientras que la parte sólida lo hace por otra. Esta última se comprime en un fuelle y genera una pieza que denominan “torta”, que se envía para tratamiento final.

El manejo integral del agua es una de las operaciones más delicadas.

Se busca de esta forma una circulación segura del líquido por el yacimiento. También es clave el manejo de los stocks, tanto del agua limpia que llega del río y se acopia en tanques, como la del agua contaminada que sale de los pozos y debe ser tratada.

Por ahora, el negocio de Nalco y Falmet se mueve en el terreno de la prestación de servicios con el único módulo que tienen fabricado. Su costo ronda los dos millones de dólares y la idea es poder montar más en un futuro, a medida que la demanda crezca.

Nalco, una multinacional, opera en el Parque Industrial de Neuquén desde hace varios años, dedicada a brindar soluciones químicas para firmas del sector.

Falmet, por su parte, fue la encargada de montar el equipo y está radicada en Buenos Aires, pero también analiza abrir alguna base en Neuquén.

Es que Vaca Muerta y el boom de los yacimientos no convencionales motivaron a las firmas radicadas en la provincia a salir en busca de nuevos nichos de producción. Lo complejo del proceso de la fractura hidráulica abre oportunidades para las compañías de servicios, sobre todo a la hora de optimizar el trabajo y mejorar los costos para las operadores.

Las grandes compañías, en tanto, revisan línea por línea sus presupuestos para bajar los costos por pozo: cualquier tecnología que les sirva para este fin seguramente será bien recibida.

No sólo en la parte técnica hay oferta. En la fractura de GyP intervinieron empresas que prestaron desde el servicio de catering hasta el alquiler de tráilers. La mayoría de ellas son compañías locales que “agregan valor local” a la producción, según se destacó desde el gobierno.


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