Una prueba al ingenio en tiempo real
Los juegos de escape ganan terreno. Importados desde Europa, promueven el trabajo en equipo y el pensamiento lateral.
Los latidos del corazón se aceleran tras escuchar el cierre eléctrico de la puerta. A partir de ese instante el reloj comienza su cuenta regresiva, los acertijos se superponen y entran en juego las emociones.
Ron Oomen es barilochense por adopción. Hace 15 años llegó a la ciudad e instaló una de las primeras escuelas de español. Descubrió los juegos de escape en uno de sus viajes a Holanda y decidió instalar la idea a orillas del Nahuel Huapi.
“En el extranjero está muy de moda”, comenta Ron acerca de una de las atracciones preferidas de los turistas. El Escape Room Bariloche es el único de su tipo en el interior del país. En Buenos Aires hay tres experiencias similares.
La aceptación fue tan buena que, desde su apertura en marzo del año pasado, el sitio de viajes TripAdvisor le adjudicó el primer puesto entre los lugares de diversión en la ciudad.
Desafío
La versión local cuenta con tres cuartos y dos historias para desafiarse. Dos de ellos son idénticos y recrean la misteriosa muerte de un investigador en un laboratorio. El otro escenario plantea una historia en un frío refugio de montaña.
El reto se plantea en habitaciones de 20 metros cuadrados totalmente revestidas y equipadas para hacer más real la experiencia de los jugadores.
“Hay que fijarse en los detalles”, recomienda Luisa, quien tuvo a su cargo la creación de las tramas argumentales.
Revelador
El fenómeno de este tipo de juegos también llamó la atención de algunos empresarios para la selección de personal. Se trata de una oportunidad de conocer la personalidad de cada jugador y saber de antemano cómo se desenvuelve al trabajar en equipo.
“A los que no charlan les cuesta más salir”, resume sobre la importancia de la comunicación incluso ante situaciones límites.
Un misterio a resolver
en cuatro paredes
El 65% de los jugadores logra escapar de los cuartos.
36 minutos es el récord a vencer para terminar el juego.
Hasta seis jugadores pueden entrar en la habitación.
No hay límites de edad, pero se sugiere a partir de los siete años.
Los costos van desde los 600 a 900 pesos por equipo.
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