Una que vende, otra que compra: PAE intenta sumar posiciones en el shale

Se dice que donde los hermanos Bulgheroni ponen el ojo es porque hay un negocio. A fuerza de inversión y de ciertos beneficios en la extensión del contrato convirtieron a Cerro Dragón en el principal yacimiento petrolero del país, aun en momentos en los que la industria energética vernácula parecía alicaída. Inclusive, compraron los activos de Esso para sumar una cadena de estaciones de servicios y una refinería que ampliarán en el corto plazo. Pero los hombres más ricos del país aún no hicieron una apuesta al shale. Eso podría empezar a cambiar. Fuentes del mercado aseguran que PAE, la empresa que manejan junto con la británica BP y los chinos de Cnooc, busca ahora incursionar en Vaca Muerta. Inclusive, no descartan que puedan ingresar de la mano de GyP, que sacó a licitación dos áreas en una zona caliente de la formación shale neuquina. Golpes de efecto Los Bulgheroni fueron uno de los primeros en anunciar una inversión junto con YPF para Vaca Muerta. Firmaron un MOU por 1.500 millones de dólares para hacer 130 pozos en dos áreas de la compañía nacional. Para la anécdota quedará la foto en la que Miguel Galuccio le da la mano a Carlos y Alejandro Bulgheroni de forma simultánea y con los brazos cruzados. El acuerdo cayó y ya no volvió a hablarse del tema. Más tarde anunciaron la compra de bonos para el desarrollo económico (Baade) por 500 millones de dólares. El nombre parece ya una antigüedad, pero se trató de uno de los instrumentos del fracasado plan de blanqueo de capitales. En este caso, no se trataba de una exteriorización sino de un simple ingreso de dinero al país, que iba a estar destinado a Vaca Muerta. Nada más se supo del tema. La apuesta por el tight Hasta aquí los Bulgheroni prefirieron ir por lo seguro, aunque en Neuquén comenzaron a aportar fuerte al tight gas en su yacimiento Lindero Atravesado. Allí incorporaron equipos de perforación de última generación que están buscando nuevos horizontes, aunque siempre en arenas compactas. Los resultados parecen extemporáneos: en un año más que duplicaron la producción mensual de fluido, que pasó de 17,2 millones de metros cúbicos a 39,2 millones. En ese bloque subirán la apuesta en el corto plazo, mientras allanan el camino para el ingreso al negocio del shale, algo que podría ocurrir en el corto plazo si la coyuntura económica acompaña. Será central en ese sentido el resultado de las elecciones presidenciales del año que viene, un tema que mantiene en vilo al sector petrolero.

Lindero Atravesado duplicó su producción de tight gas en el último año.


Se dice que donde los hermanos Bulgheroni ponen el ojo es porque hay un negocio. A fuerza de inversión y de ciertos beneficios en la extensión del contrato convirtieron a Cerro Dragón en el principal yacimiento petrolero del país, aun en momentos en los que la industria energética vernácula parecía alicaída. Inclusive, compraron los activos de Esso para sumar una cadena de estaciones de servicios y una refinería que ampliarán en el corto plazo. Pero los hombres más ricos del país aún no hicieron una apuesta al shale. Eso podría empezar a cambiar. Fuentes del mercado aseguran que PAE, la empresa que manejan junto con la británica BP y los chinos de Cnooc, busca ahora incursionar en Vaca Muerta. Inclusive, no descartan que puedan ingresar de la mano de GyP, que sacó a licitación dos áreas en una zona caliente de la formación shale neuquina. Golpes de efecto Los Bulgheroni fueron uno de los primeros en anunciar una inversión junto con YPF para Vaca Muerta. Firmaron un MOU por 1.500 millones de dólares para hacer 130 pozos en dos áreas de la compañía nacional. Para la anécdota quedará la foto en la que Miguel Galuccio le da la mano a Carlos y Alejandro Bulgheroni de forma simultánea y con los brazos cruzados. El acuerdo cayó y ya no volvió a hablarse del tema. Más tarde anunciaron la compra de bonos para el desarrollo económico (Baade) por 500 millones de dólares. El nombre parece ya una antigüedad, pero se trató de uno de los instrumentos del fracasado plan de blanqueo de capitales. En este caso, no se trataba de una exteriorización sino de un simple ingreso de dinero al país, que iba a estar destinado a Vaca Muerta. Nada más se supo del tema. La apuesta por el tight Hasta aquí los Bulgheroni prefirieron ir por lo seguro, aunque en Neuquén comenzaron a aportar fuerte al tight gas en su yacimiento Lindero Atravesado. Allí incorporaron equipos de perforación de última generación que están buscando nuevos horizontes, aunque siempre en arenas compactas. Los resultados parecen extemporáneos: en un año más que duplicaron la producción mensual de fluido, que pasó de 17,2 millones de metros cúbicos a 39,2 millones. En ese bloque subirán la apuesta en el corto plazo, mientras allanan el camino para el ingreso al negocio del shale, algo que podría ocurrir en el corto plazo si la coyuntura económica acompaña. Será central en ese sentido el resultado de las elecciones presidenciales del año que viene, un tema que mantiene en vilo al sector petrolero.

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