Una tendencia regional que preocupa

Cuando la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) condena la avanzada venezolana de establecer los llamados «delitos mediáticos» para regular la libertad de expresión, está abriendo un necesario y gran paraguas para cubrir futuras complicaciones para la prensa en la Argentina.

Mucho más cuando ayer en Venezuela se asistió al bochorno de una invasión armada de chavistas ultras, deseosos de dar un correctivo a Globovisión, un canal que viene denunciando hostigamientos administrativos, tributarios e investigaciones contra sus directivos para que suavice su línea editorial. ¿Por qué asimilar la situación en ese país a lo que pueda ocurrir en la Argentina? Según Adepa, porque el avance de Chávez se está dando «dentro del triste camino de deterioro de las libertades públicas que viene registrando Venezuela, cuya sombra se cierne sobre toda América latina». Para los editores de diarios, esta política del chavismo ha buscado «el ahogo de toda voz distinta de la oficial, la persecución de medios y periodistas independientes y la conculcación de las libertades de pensamiento, opinión e información». Las dos querellas que han llevado adelante aquí la secretaría de Informaciones contra directivos del diario «La Nación» sólo por el presunto delito de opinar en notas editoriales, parecen tener el mismo patrón ideológico de Venezuela, lugar donde no se tolera la crítica como fundamento núcleo de la independencia periodística.

De allí, que no haya sido ocioso el intento de Adepa de curarse en salud, sobre todo cuando se intenta, como en este caso, «criminalizar el ejercicio del periodismo». (Hugo Grimaldi/DyN)


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