Una tragedia que dejó muchos interrogantes
En medio del dolor despidieron al joven piloto.
TC
El piloto profesional convive con la victoria, el abandono y con los accidentes. Es automovilismo un deporte ingrato. La muerte de Guido Falaschi pegó muy fuerte, dejó muchos interrogantes, pocas respuestas y una gran polémica.
Todavía dura la conmoción, duele la perdida de uno de los cinco mejores pilotos de la actualidad. El debate es necesario para que no sea una pérdida más, sino que ayude a cambiar muchas cuestiones en uno de los deportes más populares en Argentina.
Todos apuntan a la seguridad de la pista, pero no hay que perder de vista otras situaciones. Primero, los entes que regien el automovilismo argentino tienen que ser exigentes a la hora de otorgar una licencia de piloto. Segundo, en el accidente se observó que las gomas protectoras no estaban atadas como lo sugiere la FIA, lo que provocó su desparramo, con las partes del auto de Falaschi volando por el aire y siendo sorteadas por milagros por los que pasaban.
Se habla también de las vías de escape en la pista de Balcarce. Por la condición del lugar son tan inexistentes como las de los callejeros en la Fórmula 1. Esto no es consuelo, pero el automovilísmo convive con estos circuitos, algo inentendible.
Gabriel Furlán, Marcos Di Palma y Juan M. Traverso fueron algunos de los que apuntaron a la dirigencia de la ACTC por su responsabilidad de habilitar un circuito que es peligroso como pocos en Argentina.
Guido era un piloto de primera línea. Talentoso, profesional, aguerrido como pocos para realizar cada maniobra.
El año anterior fue la gran apuesta del Haz, que confiaron en el “Príncipe” para manejar uno de los autos del TC. Rápido, tuvo a maltraer a dos grandes como Norberto Fontana y Juan M Silva, sus compañeros, quienes perdieron protagonismo.
Campeón en la Fórmula Renault y Top Race, figura del TC 2000 y TC, ya se había graduado como piloto. Su muerte golpeó duro. Ahora, será cuestión de esperar cómo reaccionan los que son encargados de manejar las categorías y fiscalizarlas, por la salud de un automovilismo que viene a los tumbos.
La muerte de Falaschi no debe ser en vano, es indispensable dejar de lado cualquier interés y hacer bien las cosas de una vez por todas.
Centenares de personas estuvieron en la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de Las Parejas para darle el último adiós a Falaschi. El velatorio comenzó a media mañana, aunque buena parte de la comunidad santafesina y figuras del automovilismo argentino comenzaron a acercarse muy temprano. Estuvieron sus colegas Matías Rossi, Christian Ledesma, Agustín Canapino, Marcos Di Palma, Gabriel Furlan y Camilo Echevarría.
A la familia de Falaschi también la acompañaron Sergio Polze, dueño del equipo para el que Guido manejaba uno de los autos en el TC 2000; Oscar Aventin, presidente de la Asociación Corredores Turismo Carretera; y Alejandro Urtubey, titular del Top Race.
Télam
La despedida d e Guido Falaschi fue dolorsa y tanto sus colegas como los dirigentes se mostraron muy golpeados por lo sucedido.
TC
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