Una ventaja de Vaca Muerta

Un informe destaca las características, pero advierte sobre los riesgos

agua para hidrofractura

El desarrollo de no convencionales puso en la mira el enorme consumo de agua que demandan los pozos para realizar la fractura hidráulica. Según el tipo de perforación, se utilizan entre 2 y 15 millones de litros, una cifra altísima para una actividad industrial. Un estudio del Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en inglés) determinó que Vaca Muerta es una de las formaciones con mejor abastecimiento de agua, por bajo estrés hídrico. Esto le da ventajas comparativas con otros shales del mundo, donde el recurso líquido no abunda. Sin embargo, el estudio no deja de sumar una luz de alerta. Según explicó a “Río Negro Energía” Lorena Schrott, del Observatorio de Conflictos por los Recursos Naturales (OCRN), “en el informe sólo se consigna un 70% del área económicamente aprovechable de la Cuenca Neuquina con un estrés hídrico bajo-moderado y hace referencia a sectores de ella con niveles de estrés subterráneo medio-elevado”. Es decir que, pese al gran caudal que aportan los ríos Neuquén y Limay, hay sectores complicados en el uso de agua. La prohibición que rige en la zona del uso de agua de subsuelo colabora con no deprimir aún más las cuencas en zonas secas, pero aun así el estudio aconseja no descuidar el tema. “Es de significativa importancia remarcar que el WRI recomienda en todos los casos la conducción de estudios hídricos adecuados, mayores niveles de transparencia y participación en el manejo de los recursos, y medidas generales de protección ambiental durante todos los procedimientos de explotación de recursos no convencionales”, explicó la especialista. Aclaró que el OCRN sólo se limita a informar sobre el trabajo y no a opinar sobre el mismo. La WRI también advierte a las empresas sobre realizar un buen manejo del agua. “En lo que respecta al riesgo atinente a la escasa disponibilidad de agua, se advierte que la percepción de amenazas (ciertas o no) en cuanto al agotamiento hídrico puede exacerbar el rechazo público a la fracturación hidráulica, causándoles a las empresas la pérdida de legitimidad social para operar (consentimiento) e incluso motivando a las autoridades a prohibir el procedimiento”, sostiene el estudio, según reseñó el OCRN. La gran cantidad de agua que demanda el shale es un tema que preocupa. El gobierno provincial asegura que el caudal de los ríos locales es más que suficiente para abastecer la actividad sin competir con otras actividades, como la demanda domiciliaria o el uso para riego. Inclusive se prohibió la utilización del agua subterránea para evitar el impacto sobre los acuíferos. Para las empresas, la logística es un problema. Mover semejante cantidad de agua en camiones tiene un costo muy alto. Por eso desde el Ejecutivo se promovió el desarrollo de acueductos que pudieran servir inclusive para irrigar tierras desérticas. Pero el proyecto quedó en la nada y cada empresa toma su camino. El otro punto que preocupa es qué pasa con el agua que vuelve de los pozos, conocida como flowback. Se trata de un líquido que retorna contaminado y que debe ser tratado. La deposición final se hace en pozos sumideros, cuyo control supuestamente está en manos del Estado. Una opción es que se pueda reutilizar el agua de flowback. YPF trabaja para poder tratar y reciclar el total de líquido que utiliza, con la intención inclusive de bajar costos.

El medio líquido es un insumo central para la fractura hidráulica.


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