Una vuelta por el «pago» para contar sus cosas
"De irme a jugar al exterior, me gustaría España". Reveló estar muy agradecido haber llegado a Lanús.
A fuerza de su buen juego y un corazón enorme, el roquense Sebastián Salomón se ganó un lugar en el fútbol grande. No es cosa fácil, sólo para unos pocos elegidos. Después de una interesante producción de Lanús en el pasado Apertura volvió a esta ciudad para disfrutar de las vacaciones en familia, pero también para comenzar a definir su futuro. No lo deslumbra irse al exterior, pero lo tiene en cuenta por el tema económico y fundamentalmente por la seguridad.
Casi no terminó de jugar el último partido, que ya estaba viajando para esta ciudad. El reencuentro con su gente fue alrededor de una mesa bien servida, disfrutando en la intimidad con quienes lo apoyaron en su aventura de jugar al fútbol.
La cena interminable y un descanso necesario después de un largo viaje. La cuestión es que tuvo que interrumpir el sueño para atender a este medio. Lo hizo como siempre, con la misma humildad que cuando se fue por primera vez a Buenos Aires para mostrar que jugaba bien al fútbol y que estaba para afrontar un desafío mayor.
Nada lo cambió, asombra con su humildad, también con la tranquilidad para hablar. Tan preciso en los conceptos, como a la hora de manejar la pelota.
¿Cerraste un buen año?
– Fue espectacular, tanto para el equipo como en lo personal. Sumamos muchos puntos y le respondimos a «Chiche» (por el técnico Osvaldo Sosa), quien se había planteado el objetivo de llegar a los veinticinco.
¿Sosa es un técnico con llegada a los jugadores?
– Totalmente. Es un tipo bárbaro. Te da mucha libertad, no te prohíbe nada en la cancha. Y ayudó también que se armó un grupo bárbaro.
¿Hay diferencias con otros técnicos?
– Sí. Por ejemplo, el «Profe» (por Daniel Córdoba) era de pedirte que pongas muchos h…. Cada partido lo tomaba como una guerra. Con «Chiche» es diferente, se apuesta más al buen fútbol.
¿Qué le faltó a Lanús?
– Tener un mejor arranque, dejamos unos cuantos puntos en los primeros partidos. Después fue muy bueno, las perspectivas a futuro son más que interesante.
¿Independiente se merecía el título?
– No hay dudas. Fue el que mejor jugó en el certamen. Hicieron méritos, por más que se hizo apretada la definición.
¿Tu futuro dónde puede estar?
– ¿Me lo preguntas por los comentarios que hay?
– Sí.
– Son sólo rumores. Antes de venir para acá estuve reunido con mi representante (por Sebastián Brown), hay charlas, pero nada concreto. La intención que tiene es conseguirme un club en Europa, si es España mejor. También había algún ofrecimiento de México. Aunque, por ahora, sólo pienso en Lanús que me dio una gran oportunidad para seguir en primera.
– ¿No descartás seguir acá?
– Me gustaría, también sueño con pasar a algún club grande, aunque Lanús tiene lo suyo.
¿Hablanos de lo económico?
– Lanús es una especie de paraíso en el fútbol argentino. Me vine a Roca con todo al día, no nos deben un peso.
¿Igual que en otros clubes?
– Nooo… Todavía estoy tratando de cobrar lo que me quedó colgado en Los Andes y en Arsenal, será una especie de jubilación, si es que tengo suerte que me paguen lo que deben. Lanús es un club espectacular, realmente los dirigentes se manejan bárbaro, estamos muy bien.
Raúl Bernal
rbernal@rionegro.com.ar
«Amo a mi país»
La seguridad es todo un tema y también golpea fuerte a los futbolista. El roquense Sebastián Salomón reconoció que «yo tengo la suerte de vivir a sólo siete cuadras de la cancha de Lanús, así que voy sin mayores problemas».
¿Y tus compañeros?
– Está complicada la cosa, también nos tocó a nosotros. Tengo compañeros que llegan al estadio, para los entrenamientos, por una calle. Y cuando salen, se van por otra. Es para despistar, por si los están siguiendo.
¿Lo qué debe ser en un club grande?
– Es bastante parecido. No está a salvo nadie, por eso no descarto lo de jugar en el exterior, aunque amó a Argentina. Es un país bárbaro.
Tiene a Fernando Redondo como su ídolo
Sebastián Salomón asegura estar identificado con el fútbol de Fernando Redondo. «Para mi es el mejor, jugando en ése puesto, el que a veces también ocupo, no hay otro con su talento».
¿Y en Argentina?
– Me gustó mucho el certamen que jugó Carbone, pero hay muy buenos jugadores.
¿Te hiciste hincha de Lanús?
– No. De Boca y a muerte. No mezclo los sentimientos.
¿Y cuando lo enfrentás, que se siente?
– Antes me sentía raro, con algo adentro. Ahora no. Los tengo enfrente a los jugadores de Boca y me los quiero comer. Es lindo jugar con los equipos grandes.
¿Te costó la adaptación a un medio diferente?
– No, porque tuve la suerte de dar con un grupo humano sensacional. Con la sexta de Lanús hicimos una gran campaña, con la quinta salimos campeones. Me adapté bárbaro, aunque por supuesto que se extraña a la familia. Disfruto mucho con mi gente. Fijate que hace apenas unos días terminó el certamen y ya estoy acá. Me voy a ir unos días a Las Grutas, de paso entreno, y vuelvo para las fiestas. Recién el 7 de enero tengo que volver a Buenos Aires para iniciar la pretemporada. Cuentan los jugadores que ya trabajaron con este cuerpo técnico que es durísima, el «profe» no te perdona nada. Voy a tratar de llegar bien preparado. (R. B.).
A fuerza de su buen juego y un corazón enorme, el roquense Sebastián Salomón se ganó un lugar en el fútbol grande. No es cosa fácil, sólo para unos pocos elegidos. Después de una interesante producción de Lanús en el pasado Apertura volvió a esta ciudad para disfrutar de las vacaciones en familia, pero también para comenzar a definir su futuro. No lo deslumbra irse al exterior, pero lo tiene en cuenta por el tema económico y fundamentalmente por la seguridad.
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