Unánime rechazo a la dolarización de Menem

De la Rúa le pidió que se calle "por el bien del país". El presidente descartó una devaluación.

BUENOS AIRES.- El intento de dolarizar la economía como la posibilidad de una devaluación merecieron un unánime rechazo desde todos los sectores, lo que deja al menemismo aislado del escenario político y económico. El presidente De la Rúa, le recomendó a Carlos Menem, «guardar silencio por bien del país».

«Hay que dejar de lado esto, pero sobre todo advertir que no hay peligro de devaluación, ni de ninguna otra crisis, y él no debería decir esas cosas por el bien del país», dijo el presidente.

Al recordársele que Menem había acusado de «incapacidad» a su gobierno, De la Rúa respondió que «estamos llevando adelante los enormes problemas que dejó el fin de su administración, así que debiera guardar silencio».

La dolarización despertó un fuerte rechazo no sólo desde el gobierno nacional, sino también en el propio justicialismo y entre economistas de distintas corrientes.

Ruckauf calificó como un «absurdo» y una «idea casi infantil» la reiterada prédica del ex presidente a favor de la dolarización, y sostuvo que alentar eso «sería meterle nuevamente la mano en el bolsillo a los argentinos».

Tras manifestarse «absolutamente» en contra de esa iniciativa, el mandatario provincial advirtió que «pensar en dolarizar parte de una idea casi infantil, equivocada, de que vamos a tener el bienestar de los norteamericanos (sólo) porque tengamos su moneda».

Ruckauf fue terminante: «Yo por lo pronto disiento absolutamente con el pensamiento de que hay que dolarizar la economía argentina como sostienen Menem y Calvo. Me parece un error gravísimo -añadió-, es meterle nuevamente la mano el bolsillo a los argentinos».

Entre los economistas, Daniel Artana sostuvo que la dolarización «no corrige en forma contundente los problemas de la Argentina», y señaló que «si la gente decide pasar sus depósitos en pesos a dólares, no hay ninguna consecuencia negativa para la economía».

«Hay varias ideas dando vueltas, desde bajar el IVA como una forma de resolver todos los problemas de la Argentina sin tocar el gasto, hasta dejar de pagar la deuda, y ahora la dolarización», señaló Artana, quien remarcó que «en la Argentina no hay soluciones mágicas».

Manuel Solanet sostuvo que «no hay que dolarizar, sino hacer disciplina fiscal», y consideró que, en esos términos, el ex-presidente Carlos Menem «no dio en el blanco con sus declaraciones».

«Si la gente le cree a Menem que si no hay dolarización habrá devaluación, la gente misma va a dolarizar», estimó Solanet, quien explicó que «la Convertibilidad permite en última instancia que se dolarice por completo la economía, y hay suficientes reservas para que así sea». (DYN y Reuters)

Atados a la convertibilidad

En un mundo dominado por la libre flotación cambiaria, Argentina es un caso atípico, ya que mantiene su moneda atada al dólar desde 1991.

A la convertibilidad se le reconoce el mérito de haber desterrado la hiperinflación y haber atraído inversiones. Pero también tuvo sus costos: la apreciación del dólar de los últimos años y la imposibilidad de devaluar el peso redujeron la competividad de sus exportaciones. Según analistas, abandonar la convertibilidad causaría perjuicios catastróficos y ningún beneficio ya que todos los bienes y servicios están valuados en dólares.

El régimen de cambio fijo también privó al país de una herramienta para cubrir su abultado déficit fiscal, por lo que debe recurrir a los mercados de capitales para financiarse. Esta dependencia del crédito hizo a la economía altamente vulnerable a los sacudones externos, que inevitablemente se traducen en un encarecimiento de los préstamos y la consecuente contracción de la actividad interna.


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