«Uno tapó y el otro destapa»

BUENOS AIRES (ABA).- La agitación marcó ayer la jornada en la Rosada. Con un nuevo frente abierto -el policial, en su expresión federal con la destitución por «mafioso», según el ministro Beliz, del jefe Roberto Giacomino y su repercusión en la provincia de Buenos Aires, donde más de un centenar de comisarios fueron puestos bajo la lupa por enriquecimiento ilícito -, el presidente Kirchner avanzó sobre decisiones tomadas por su antecesor, Eduardo Duhalde.

«En materia de derechos humanos y corrupción, Kirchner destapará todo, así como Duhalde tapó todo», aseguró una alta fuente del gobierno. El portavoz, empero, se preocupó en destacar que «no habrá ruptura entre ambos, dado que los dos mantienen vigente su alianza estratégica». Agregó que la diferencia radica en los perfiles, en los estilos y en el momento político.

Respecto al tema Eurnekián, comentó que así como Duhalde facilitó «una suerte de perdón» al empresario, el patagónico está resuelto, como en otros temas, «ir hasta el hueso», y quebrar el modelo privatizador menemista de la década del 90.

El vocero consignó también que no habrá vuelta al control estatal. Conjeturó, además, que en las próximas horas la justicia declarará la quiebra del Correo Argentino, propiedad de Macri, y que se iniciará un proceso que podría determinar que la norteamericana Federal Express pase a controlar esos servicios.

Aunque en todo momento se preocupó en relativizar las diferencias entre Kirchner y Duhalde, aceptó que hay distintos frentes de conflicto, a saber:

• El duhaldismo desaconsejó la intervención al Poder Judicial de Santiago del Estero y un sector del kirchnerismo aceptó poner paños fríos para no provocar un avance federal sobre una provincia controlada por «un caudillo leal», como se considera a Juárez.

• Los embates del ministro Beliz (y de K) contra el destituido jefe de la Federal Gioacomino, que tiene un costo para el duhaldismo porque «siempre lo bancó».

• La transversalidad que alienta el santacruceño contra la ortodoxia del bonaerense. Sin embargo, K «tiene claro que el poder central se construye desde dentro del PJ», por más que trate de acaparar a grupos «progresistas».

• En un proceso de dura negociación por la deuda externa, el Presidente se quedará en casa y enviará a Alemania a su vicepresidente Daniel Scioli, protegido de «Negro», quien «entró en caja» luego de los publicitados cortocircuitos de hace un par de meses.


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