Uruguay estuvo cerca de pegar un batacazo

Uruguay consiguió anoche un valioso empate en el imponente estadio "Maracaná" de Río de Janeiro ante el poderoso Brasil, en uno de los cotejos que se jugaron por la cuarta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial del 2002. Los dirigidos por Passarella se pusieron rápido en ventaja y hasta los cuarenta minutos del complemento aguantaron el resultado. Sobre el final, un penal de Rivaldo salvó de la humillación al equipo local.

Uruguay estuvo anoche muy cerca de lograr un nuevo «maracanazo» y consiguió un importante empate 1 a 1 ante Brasil, en un partido válido por la cuarta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial de 2002.

Medio siglo después de la victoria «celeste» en la final del Mundial de 1950, anoche le correspondió al delantero Darío Silva -el autor del tanto uruguayo, a los cinco minutos- la misión de callar el estadio Maracaná, mientras que Rivaldo marcó de tiro penal el gol del empate brasileño, en el minuto 85.

La gran figura del partido fue el arquero Carini, quien, con un desempeño espectacular, frustró la mayoría de los ataques brasileños, casi todos concentrados en el segundo tiempo, cuando los locales finalmente «despertaron» para buscar -inútilmente- una victoria que pudiera sepultar definitivamente el fantasma del «maracanazo».

Ayudó y mucho el gol de Silva cuando apenas se habían jugado seis minutos. Fue un duro golpe que le costó asimilar a los brasileños, al tiempo que se convirtió en estimulante para los uruguayos, que redoblaron esfuerzos y terminaron tejiendo una defensa que resultó inexpugnable en el primer tiempo.

Fue muy inteligente el planteo que ensayó Daniel A. Passarella y los jugadores uruguayos lo cumplieron a la perfección.

Es cierto, mucho ayudó la rápida apertura del marcador. Se convirtió en un baldazo de agua fría para todos, tanto para los jugadores como para los simpatizantes.

A los seis minutos, después de una veloz corrida, Darío Silva puso el uno a cero para los uruguayos y allí comenzó a escribirse una historia diferente a la esperada. Sintió el golpe Brasil, y le costó una enormidad imponer su fútbol.

Con Brasil atacando como podía y Uruguay esperando tranquilo en el fondo, y metiendo miedo con los contragolpes, se consumieron los primeros cuarenta y cinco minutos.

El ingreso de Alex en el arranque del complemento le cambió la cara a Brasil, que se convirtió en el dominador del partido. Mientras, Uruguay se abroqueló y aguantó como pudo.

Igual, los dirigidos por Passarella hicieron su negocio hasta cinco minutos del final, cuando el árbitro cobró un penal, que Rivaldo se encargó de transformar en el empate de Brasil. Y estaba merecido porque hizo el gasto durante buena parte del esperado partido.

Hubo festejo de los venezolanos

El seleccionado venezolano de fútbol, que dirige el argentino José Omar Pastoriza, venció anoche como local a su similar de Bolivia por 4 a 2 y consiguió su primer triunfo en las Eliminatorias Sudamerianas para el Mundial 2002 de Japón y Corea, en uno de los partidos adelantados de la cuarta fecha.

Venezuela consiguió sus primeros tres puntos en el certamen con los goles convertidos por Miguel Mea Vitalli y Rubeth Morán, a los 23 y 39 minutos del primer tiempo, y en el complemento por Giovanni Savarece y Edson Tortolero, a los 62 y 69 minutos, respectivamente.

Por su parte, el seleccionado boliviano consiguió el empate transitorio con tantos convertidos en el segundo tiempo por Jaime Moreno y Julio César Baldivieso, a los 49 y 58 minutos.

El árbitro ecuatoriano Roger Zambrano expulsó en el segundo tiempo al venezolano Morán y al boliviano Luis Cristaldo, ambos por doble amarilla.

Con este resultado, Venezuela tiene tres puntos en la tabla de posiciones, mientras que Bolivia se mantiene con una unidad, jugados cuatro partidos y se profundiza su crisis futbolística.

El encuentro se jugó en el estadio «Pueblo Nuevo», de la ciudad de San Cristóbal, ante doce mil personas que festejaron ruidosamente la primera victoria de su seleccionado en la historia de las eliminatorias para un Mundial.

En la próxima jornada de las Eliminatorias Sudamericanas, que se jugará entre el 18 y el 19 de julio, Venezuela será visitante de Uruguay, en Montevideo, y Bolivia recibirá a Chile.

Venezuela mostró un juego muy superior al de su rival, que nada tuvo que ver con el equipo ordenado en la última fecha perdió apenas por 1 a 0 como visitante ante la selección argentina, cuando al partido le quedaban en esa oportunidad sólo ocho minutos de juego.

Pese a alcanzar el empate en dos goles en el segundo tiempo, el equipo boliviano, que dirige Luis Aragonés, fue superado en todo momento por Venezuela, que jugó un primer tiempo lleno de lujos y mostró temple en el complemento para volver al triunfo.

Venezuela llevaba de seiscientos seseinta y seis minutos sin anotar goles en las eliminatorias, racha negativa que interrumpió Mea Vitali a los 23 del primer tiempo.


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