Uruguay suma la inestabilidad política a la crisis económica

Antonio Palocci será el negociador principal del PT.

Brasilia (Télam-SNI).- El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, luego de mantener su primera reunión con el actual mandatario Fernando Henrique Cardoso, nombró a su coordinador de campaña Antonio Palocci para encabezar su equipo técnico de transición, pero dejó en claro que él mismo nombrará a sus ministros en el futuro.

En una pequeña pulseada con los mercados, Lula frustró las expectativas de los que esperaban para ayer como algo prometido -especialmente Wall Street- el anuncio de los integrantes del equipo de transición del Partido de los Trabajadores (PT) y sus futuros ministros, especialmente el de economía y el titular del Banco Central.

En su corta declaración pública en el Palacio del Planalto, el presidente electo afirmó que, ante las especulaciones en torno a la formación de su gabinete, decidió encargar a Palocci armar un equipo de transición «eminentemente técnico», y dejar para una etapa futura la designación de los ministros que participarán en su gobierno.

Lula destacó que «la disposición del presidente Cardoso de hacer del proceso de transición una demostración efectiva de la práctica democrática, agradó mucho a nuestro partido. Nunca hubo en Brasil una transición democrática como esta. Cardoso puso prácticamente el gobierno a disposición de nuestro equipo».

Palocci, quien a partir de mañana tendrá rango de ministro -según las normas de transición definidas por Cardoso- afirmó que anunciará la conformación de su equipo «dentro de dos días», y reiteró que ese grupo no debe ser considerado «como un minigabinete».

Según el coordinador, el equipo podrá incluir a personas no afiliadas al PT e incluso ligadas a partidos políticos que no formaron parte de la alianza victoriosa en las urnas.

Al mismo tiempo, Palocci dijo que, a lo largo de las reuniones de los próximos dos meses, el equipo de transición debatirá varios aspectos de la administración pública con el equipo de transición de Cardoso -encabezado por el ministro-jefe del Gabinete Civil, Pedro Parente-, pero no influirá en las decisiones del actual gobierno.

«No seremos copartícipes de las decisiones del actual gobierno. Seguiremos el proceso de transición, pero tendremos absoluto respeto por todas las decisiones adoptadas por el actual gobierno», enfatizó.

Según Palocci, entre los principales temas que serán tratados a lo largo de los próximos dos meses están las modificaciones deseadas por el PT en el proyecto de presupuesto para 2003, elevado por Cardoso al Congreso antes de las elecciones.

El coordinador agregó que la agenda de negociación incluirá una revisión de las metas acordadas por Brasil con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en agosto último, en el marco de un programa de ajuste que otorgará al país un crédito por más de 30.000 millones de dólares.

Aseguró también, ante versiones de que el equipo de asesores económicos del PT quería «flexibilizar» el programa de ajuste, que «si alguien dijo que vamos a pedir la ampliación de la meta de inflación no está hablando en nombre de Lula ni del PT», aseguró .

La primera visita de Lula a Brasilia como presidente electo desató una fiesta en el Distrito Federal, donde cientos de militantes del PT siguieron los pasos del líder izquierdista por la ciudad. Después del encuentro con Cardoso, Lula siguió hacia el Congreso, donde se reunirá con los presidentes del Senado, Ramez Tebet, y de la Cámara de Diputados, Aecio Neves.

Además de las modificaciones del presupuesto, el PT desea ver aprobado el proyecto de minirreforma tributaria que tramita en el Congreso, y una propuesta de enmienda constitucional para darle autonomía operativa al Banco Central.

Subió la bolsa, pero el real sigue devaluándose

La moneda de Brasil bajó, pero las acciones del país subieron ayer en operaciones cautelosas, después de que el presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva nombrara al hombre que encabezará su equipo de transición.

Los mercados se mostraron complacidos porque Lula nombró al coordinador de su programa de gobierno Antonio Palocci para dirigir la transición. Palocci es también el dirigente del izquierdista Partido de los Trabajadores, al que pertenece Lula.

Sin embargo, la decisión del presidente electo de postergar el anuncio de todo su equipo de transición por otros dos días decepcionó a algunos de los inversionistas, que buscaban hacerse una idea de la nueva administración. «Palocci siempre iba a formar parte del equipo de transición de Lula. Sin embargo, el mercado esperaba más nombres. Esto crea un clima de aprensión», dijo Sandra Utsumi, jefe de economistas de BES Investimentos, en Sao Paulo.

La moneda de Brasil, el real , terminó con una baja de 1,2%, a 3,82 por dólar. La moneda había caído más durante la mañana, pero se recuperó después de que el Banco Central refinanciara con éxito 951,5 millones de dólares en deuda local indexada al dólar. La deuda forma parte de papeles del gobierno por 1.800 millones de dólares que se vencen este viernes.

Perfil: Símbolo de moderación

Antonio Palocci, el coordinador del equipo de transición designado por el presidente electo brasileño, el izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, es un médico de formación, ex alcalde y recientemente uno de sus principales portavoces de la política económica moderada.

Palocci Filho, de 42 años, es un médico formado en la Universidad de Sao Paulo. Entre 1997 y 1998 fue presidente del PT en Sao Paulo, y en 2001 inició su mandato como alcalde de Ribeirao Preto (municipio de Sao Paulo), cargo que ya había ejercido entre 1993 y 1996. También fue diputado electo en 1998.

Este año, tras la muerte de Celso Daniel, el alcalde de Santo André (área metropolitana de Sao Paulo) brutalmente asesinado tras ser secuestrado, Palocci asumió su lugar como hombre de confianza de Lula y coordinador de su programa de gobierno.

Desde entonces, y sobretodo en las últimas semanas, se destacó por los anuncios de una política económica responsable, con el superávit primario necesario para pagar la deuda y comprometida con el control de la inflación. Poco antes de las elecciones anunció que el equipo económico de Lula no será exclusivamente del Partido de los Trabajadores, lo que fue bien recibido por los sectores económicos. También afirmó que un gobierno de Lula no rebajará la tasa de interés si existe riesgo de que aumente la inflación, y que no habrá renegociación de deudas de los estados, al menos durante el primer año de gobierno.

Su designación como coordinador del equipo de transición de Lula fue considerada un paso «positivo» por el economista Luiz Carlos Costa, porque es un hombre con experiencia y ha sido el principal portavoz de la política económica de responsabilidad».

La lucha contra el hambre será un gran desafío

RIO DE JANEIRO (AFP) – Al anunciar que su gobierno pretende «declarar la guerra al hambre», el presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, convirtió este drama que azota a millones de brasileños en una prioridad absoluta y también en un desafío para su gestión.

El combate frontal al hambre será la marca característica del primer año de su gobierno y estará a cargo de una secretaría de Emergencia Social, que dispondrá de recursos propios, anunció el líder izquierdista en su primer pronunciamiento político desde la elección que ganó el domingo.

«Si al final de mi mandato cada brasileño puede alimentarse tres veces al día, habré de realizar el sueño de mi vida», dijo Lula, quien gobernará durante cuatro años desde el 1 de enero .

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), unos 50 millones de los 170 millones de brasileños, viven en la pobreza, aunque la dimensión exacta de los hambrientos divide a los especialistas.

La Fundación Getulio Vargas y otras organizaciones no gubernamentales sostienen que esos 50 millones pasan hambre, porque ganan menos de 80 reales mensuales (unos 20 dólares), cantidad insuficiente para alimentarse bien. La FAO, organismo especializado de la ONU y el actual gobierno brasileño estiman, en cambio, en 21 millones la cantidad de hambrientos.

El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula lanzó en 2001 un «Proyecto Hambre Cero», para 44 millones de personas con necesidades alimentarias insatisfechas.

Obra del agrónomo y economista José Graziano, un asesor de Lula, ese proyecto abarca acciones para abaratar los alimentos, programas de alimentación en las escuelas y distribución de canastas básicas en los casos extremos.

La columna vertebral del proyecto se basa en la convicción de que el hambre en Brasil no obedece a la falta de recursos o alimentos, sino a la mala distribución de la riqueza y, por lo tanto, es hija de la desigualdad. La Fundación Getúlio Vargas señaló que si Brasil consigue cinco años de crecimiento sostenido y emprende una mejor distribución de la riqueza la miseria podría ser reducida en 15%. El crecimiento del empleo es una medida que Lula considera central para ayudar a combatir el hambre, así como la redefinición de una política para la exportación de alimentos.

Una invitación de Bush

WashingtoN (dpa) – La Casa Blanca anunció ayer que habrá una reunión entre el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

El portavoz presidencial, Ari Fleischer, dijo que Bush extendió una invitación a Lula para visitar Estados Unidos, durante la conversación telefónica que mantuvieron el lunes, cuando el presidente norteamericano lo llamó para felicitarlo por su triunfo. Aunque Lula no respondió de inmediato a la invitación, Fleischer anunció que «los dos se encontrarán en algún lugar», que aún no está determinado donde será

Brasil y Estados Unidos copresidirán en breve las negociaciones por el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) hasta la conclusión de las negociaciones, en 2005.

Entre los analistas y los políticos en Washington reina un moderado optimismo sobre el gobierno que encabezará Lula da Silva, a quien reconocen como un líder democrático que «no es comparable ni a Chávez ni a Castro», pero advirtieron que ahora Washington observará con más detenimiento sus palabras. «Lula no es ni un (Fidel) Castro ni un (Hugo) Chávez», dijo el ex embajador de Estados Unidos en Brasil Anthony Harrington.


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