Uruguay suma la inestabilidad política a la crisis económica

Batlle en su peor momento tras la ruptura con el Partido Nacional

MONTEVIDEO (AFP) – El fin de la centroderechista coalición gobernante en Uruguay entre el Partido Colorado del presidente Jorge Batlle y el Partido Nacional añade la amenaza de inestabilidad política a la peor crisis económica de su historia.

El directorio nacionalista, cuya decisión debe ser refrendada por la convención partidaria que se reunirá el domingo, resolvió el retiro de sus cinco ministros de un gabinete de catorce miembros, porque Batlle no compartió en la coalición «la conducción de la política económica».

Argumentó también en que «no se han concretado la más necesarias reformas institucionales ni se ha encarado con firmeza el camino del desarrollo productivo».

El presidente respondió que deploraba esa actitud y que esperará el resultado de la Convención para reformar el gabinete a través de la eliminación de ministerios. La crisis ocurrió en el peor momento de Batlle frente a la opinión pública: si las elecciones fueran ahora, el Encuentro Progresista Frente Amplio (EPFA, izquierda) recogería 54% de votos, el Partido Colorado (del presidente) un 16, 5% y el nacionalismo un 13,5%, según la última encuesta.

De los cinco ministros nacionalistas (o «blancos»), cuatro (Sergio Abreu de Industria, Carlos Cat de Vivienda, Antonio Mercader de Educación, Jaime Trobo de Deportes) anunciaron que acatarán la decisión, pero Alvaro Alonso, de Trabajo, esperará las directivas de la Convención. «Hoy una crisis política no le da estabilidad al país», comentó Alonso este martes.

El senador Francisco Gallinal, de una fracción nacionalista opuesta a la resolución adoptada por el directorio por nueve votos contra seis, estimó que la ruptura de la coalición era «imprudente» porque Uruguay «atraviesa su circunstancia más difícil, arrecian los problemas, y toda señal de debilidad que se genere conspira contra las soluciones».

Uruguay sufre su cuarto año de recesión con una proyección de caída de actividades durante 2002 del 11% y de una inflación del 40%. Dos fracciones nacionalistas defendieron la permanencia de los ministros en el gobierno, pero otros dos -el Herrerismo del ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-95) y Alianza Nacional- se pronunciaron contra la coalición. Gallinal anunció que luchará para que la Convención revierta la decisión del directorio.

Los «blancos» se pronunciaron además por convocar a todos los partidos para discutir la reprogramación de la deuda pública, contraída a través de bonos (70%) y con organismos internacionales (30%), pese a la insistencia del gobierno en que tiene recursos para afrontarla. La deuda externa neta pública de Uruguay se situó al 30 de junio en 5.085 millones de dólares, 111% por encima de los 2.408 millones de dólares que llegaba a fin de 2001.


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