Uzbekistán rechaza investigación de la ONU sobre hechos de violencia

Actualizado a las 12:07

NUEVA YORK (Télam-SNI).- El presidente uzbeko, Islam Karímov, rechazó la apertura de una investigación independiente sobre los recientes hechos de violencia en su país, donde soldados mataron entre 700 y 1000 personas, según la oposición y organismos de derechos humanos, informó hoy la ONU.

Una funcionaria de Naciones Unidas dijo que Karímov expresó su negativa durante una conversación telefónica que mantuvo anoche con el secretario general de la organización, Kofi Annan, sobre la posibilidad de abrir la investigación independiente. Esa investigación es exigida por la ONU, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, país del que Uzbekistán es aliado en su «guerra contra el terrorismo».

Sin embargo, la agencia de prensa oficial uzbeka, UZA, afirmó que Karímov y Annan en ningún momento discutieron «la propuesta de realizar una investigación independiente», aunque sí «se pusieron de acuerdo en continuar teniendo contactos e intercambios de información sobre la situación (en Uzbekistán)». La comisionada de derechos humanos de la ONU, Louise Arbour, indicó que Karímov rechazó la iniciativa ante Annan, alegando que era suficiente con haber permitido la entrada de diplomáticos y periodistas el pasado miércoles a Andiján, donde ocurrieron hace una semana los hechos que terminaron con una matanza.

En Andiján, ciudad del este de Uzbekistán, una república ex soviética de Asia central mayoritariamente musulmana, la noche del viernes pasado se produjo una revuelta popular, según la oposición uzbeka, contra el hambre y la corrupción. El presidente Karímov acusó por los hechos a un grupo extremista islámico regional y dijo que sus tropas se vieron obligadas a disparar contra estos «terroristas armados», negando que hayan disparado contra civiles.

El gobierno uzbeco dijo que en los disturbios murieron 169 personas, mientras que fuentes de la oposición y representantes de las organizaciones de derechos humanos aseguran que el número de víctimas mortales es de 1000 y que alrededor de 2000 personas fueron heridas. La represión por parte de las fuerzas uzbekas provocó además un éxodo de refugiados a su vecino Kirguizistán, donde el sábado pasado más de 5000 personas cruzaron la frontera.