Va a juicio un odontólogo acusado de abuso

La víctima es una niña de 10 años, paciente suya. Según relató, ocurría durante la consulta. Empezó en el 2010 y recién un año después se lo pudo contar a una amiga de su edad.

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NEUQUÉN (AN).- El juez Marcelo Muñoz elevó a juicio la causa de un odontólogo acusado de abusar de una niña de 10 años que era su paciente. La imputación es por “abuso sexual gravemente ultrajante”, y el profesional se declaró inocente. Se señala que los hechos ocurrieron a partir de 2010, cuando la niña tenía poco más de siete años y concurría a realizarse un tratamiento de ortodoncia, y salieron a la luz en 2011 cuando le contó a una amiga de su edad lo que sucedía dentro del consultorio. “La defensa dice que no hay pruebas, que no hay testigos. ¿Qué más prueba quieren que el relato de mi hija, que lo dijo una y otra vez, siempre lo mismo?”, se preguntó la madre de la víctima, Graciela (pidió que no se publique su apellido para proteger la identidad de la menor). Lo mismo opinó el juez Muñoz, quien al elevar la causa a juicio escribió: “el delito investigado se encuentra acreditado, al menos en este estadio procesal, por el testimonio de la menor víctima cuyo relato resulta verosímil”. Añadió que “no se detecta que haya brindado deliberadamente un testimonio incompleto, ni la inducción de terceros. Describe las situaciones abusivas vivenciadas de forma lógica, clara y coherente”. Graciela relató a “Río Negro” que el odontólogo David Narvaez atendía al grupo familiar, y a la niña en forma gratuita “porque decía que estaba preparando un doctorado en base a su caso”. Según la denuncia, el abuso ocurría mientras la madre aguardaba en la sala de espera. Hasta el día de hoy, la niña nunca le contó los detalles. “Es porque los mayores son sus enemigos. Confió en su amiga, que tiene su edad. La psicóloga me dice que incluso ella puede llegar hasta cierto lugar y no puede avanzar. Mi hija se hizo como una coraza”. Añadió que “hay papás que tal vez pasen por una situación así y no quieran hacer la denuncia, pero hay que denunciar, porque si no esta gente sigue suelta y dañando a niños”. Relató su transitar por las oficinas judiciales, donde dijo que se sintió bien tratada. “Fui a la defensoría del Niño a contar mi caso y me dijeron que presentara un escrito. No soy abogada, así que escribí: ‘Necesito que me ayuden’ y enseguida tomaron mi caso. A través de La Revuelta pude llegar a la fiscal Sandra González Taboada, y me mantuvo al tanto de los detalles del caso”. A propósito de la colectiva feminista La Revuelta, ayer hizo un escrache en el consultorio de Narvaez. “Es fundamental, en este tipo de delitos, abreviar el lapso que va desde la denuncia hasta el juicio, para reducir en niñas y niños y en quienes intentan acompañarles y ayudarles, el estrés y los efectos traumáticos propios del proceso judicial”, dijo la organización en un comunicado.


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