Valioso hallazgo de fósiles primitivos

Los restos de un infortunado cavernícola que ingresó a una cueva y quedó atrapado, cerca de donde hoy se levanta la ciudad de Johannesburgo, pueden ofrecer pistas muy útiles para determinar el origen de la humanidad. Se trata del brazo izquierdo de un antropoide enterrado a veinte metros de la superficie hace más de tres millones de años.

CAVERNAS DE STERKFONTEIN, Sudáfrica (Reuters). – Hace más de tres millones de años, un hombre primitivo cayó o entró en una cueva cerca de donde se levanta hoy la ciudad sudafricana de Johannesburgo y nunca pudo salir. En los comienzos de un nuevo milenio, los científicos creen que los restos del infortunado cavernícola pueden ofrecerles pistas sin precedentes sobre los lejanos orígenes de la humanidad.

El 5 de julio pasado, el investigador Nkwane Molefe descubrió el brazo izquierdo fosilizado del antropoide incrustado en una roca a más de 20 metros bajo la superficie terrestre. «Este es un descubrimiento muy especial porque es la primera vez que tenemos un brazo y una mano de un hombre de las cavernas que datan de 3,3 millones de años», dijo a Reuters el doctor Ron Clarke.

La mano y el brazo pertenecen a la misma criatura cuyos huesos del pie, una pierna y la calavera fueron descubiertos a principios de la década en el mismo lugar, todos ellos los fósiles más completos de su tipo y era. Clarke, quien dirige excavaciones en las célebres cavernas de Sterkfontein, al norte de Johannesburgo, dijo que la separación de las rocas alejaron los huesos del hombre primitivo, cuyo nombre científico es Australopitecus.

Sin embargo, se siente confiado en encontrar el resto del espécimen dentro de la cueva. Nuevos estudios se necesitarán para determinar el género.

La mano muestra una divergencia evolutiva de los primates y tiene mucho en común con el humano actual. «Lo que es interesante es que la calavera es muy parecida a la de los monos, pero los dientes son como los humanos y la mano es casi igual a la del hombre moderno», explicó Clarke. Los dedos son cortos en contraste con los largos de nuestros parientes, los Grandes Simios, que incluyen a los gorilas, los chimpancés y los orangutanes.

Clarke dijo que la mano marca una fase de transición entre los dedos de los monos y el hombre moderno, con dedos muy cortos y directos.

«Este homínido tiene manos muy similares a las nuestras y un dedo grueso muy poderoso, el cual utilizaba para agarrar cosas y presumiblemente para treparse a los árboles», agregó. Según el científico, la criatura probablemente habitaba en las ramas de los árboles del área para evitar a los terribles carnívoros de la época, entre ellos los felinos de dientes de sable y la hiena de patas alargadas.

Por suerte para los antropólogos modernos, esos animales no pudieron llegar hasta los restos del primate en la caverna que le sirvió de tumba. Apartado de los hambrientos carnívoros y endurecido por el carbonato de calcio que goteaba de las formaciones de estalactitas del techo de la cueva, el espécimen quedó preservado como fósil.

Los descubrimientos de Sterkfontein podrían ofrecer pruebas de por qué y cuándo los monos y los humanos se separaron en la escala evolutiva. Los científicos consideran que los humanos y los monos siguieron rumbos diversos de entre cinco y seis millones de años atrás, pero la escasez de pistas sobre los simios impide determinar el punto histórico exacto.

En busca de las raíces humanas

Las cuevas de Sterkfontein, declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO, narran una rica historia en la búsqueda de las raíces humanas y alientan el reclamo de Africa de haber sido «la cuna de la humanidad».

El primer espécimen fosilizado de un hombre de las cavernas adulto fue descubierto en Sterkfontein en 1936. Este primate vivió hace 2,6 a 2,8 millones de años y su región del cuello es más parecida a la del hombre moderno que el espécimen de 3,3 millones de años. Ron Clarke dice que capas más profundas de Sterkfontein podrían ofrecer fósiles de homínidos de 4 millones de años o más. Huesos de ancestros de la humanidad tan antiguos como ésos se han descubierto en depósitos de cenizas volcánicas y antiguos lechos de lagos en Kenya, pero los fósiles de homínidos del este de Africa no son tan completos como los encontrados en las cuevas de Sterkfontein. «Todo indica que el hombre surgió de un antepasado en Africa», dijo Clarke. (Reuters)


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